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El titular del Congreso Nacional, Luis Redondo, calificó de “violencia política” la actitud de miembros del Partido Nacional y Liberal que “pretenden someter, violentar y mancillar a una Consejera independiente y autónoma” del CNE por el hecho de llegar a un consenso con el representante del oficialismo. 

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. El presidente del Poder Legislativo, Luis Redondo, criticó la postura de sectores del Partido Nacional (PN) y Partido Liberal (PL) que se oponen a que la presidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) para el 2025 la ejerza el consejero representante de Libertad y Refundación (Libre), Marlon Ochoa. 

Lo anterior, según explicó Ochoa, fue gracias a un consenso que alcanzó con la representante del Partido Liberal (PL), Ana Paola Hall, quien ejercerá la titularidad el presente año 2024. – El pleno del CNE tenía programada una reunión para dejar estipulada las rotaciones en la presidencia los próximos años, pero ante el anunció de Ochoa y la crítica mediática de la oposición, la sesión se pospuso.

Tanto el PN y el PL se expresaron en contra de esta decisión, aludiendo que si la presidencia del CNE durante las elecciones generales recae en el representante de Libre, pondría en riesgo la transparencia de los próximos comicios electorales. 

Ante esta postura, el titular del Legislativo, Luis Redondo, recordó que cuando se intentó aprobar el artículo 3 del presupuesto para las elecciones, tanto el PN y PL se opusieron argumentando que se violentaba la autonomía del CNE, aún cuando el inciso “especificaba el uso de la comprobación dactilar evitando que se pueda votar más de una vez, y la transmisión de los tres niveles electivos”. 

Sin embargo, Redondo extendió que hoy el pleno de consejeros del CNE pueden decidir la rotación de la presidencia del organismo electoral, según lo que plantea la ley, pero la oposición “ahora pretenden someter, violentar y mancillar a una Consejera independiente y autónoma” por el hecho de llegar a un consenso con el representante del oficialismo, lo que calificó como violencia política. 

Redondo detalló además, como es costumbre política que la presidencia del CNE la ejerza el representante de partido político en gobierno, ejemplificado en 2021, cuando la titularidad la obtuvo el consejero del Partido Nacional, Kelvin Agirre. 

En 2017, año que sucedió uno de los fraudes electorales más grandes de la historia de América Latina que validó la reelección inconstitucional del ex gobernante Juan Orlando Hernandez, el órgano electoral de ese entonces lo presidió el representante del Partido Nacional, David Matamoros Batson, quien llegó por un acuerdo político con el representante de la Democracia Cristiana, Saúl Escobar.

Además, tanto en 2017 y 2021 se mantuvo el orden de precedencia del decreto de nombramiento publicado en el Diario Oficial La Gaceta y, de respetarse hoy, la presidencia para las elecciones generales le corresponde a Marlon Ochoa, según explicó el presidente del Congreso Nacional. 

Y cerró explicando que la elección de los nuevos consejeros del CNE se dio en el marco de una negociación bajo el marco de la honestidad y no con “las viejas prácticas del pasado, en las que se compraban los votos con dinero del pueblo” y, también agregó que “resulta paradójico que los que hoy exigen a una de las Consejeras someterse a lo que ellos quieren, ni siquiera votaron por ella”.