La provincia experimenta en las últimas semanas un incremento de pacientes con Síndrome Febril Inespecífico (SFI). Durante los días transcurridos del presente mes, la cifra supera ya el total de los registrados en junio.
Semejante situación resulta usual por esta época del año, debido a la ubicación de Cuba en una región tropical. Desde finales de mayo y principios de junio, aumentan las condiciones favorables para la procreación de agentes transmisores del dengue y otras arbovirosis.
Dicha realidad requiere más que preocupación excesiva, una ocupación eficiente para evitar el crecimiento de la población vectora y, consecuentemente, la cadena de contagio.
Además del dengue -enfermedad con un comportamiento endémico en el país y uno de los principales problemas de salud- este año tenemos presencia de la Fiebre del Oropouche.
“En Artemisa, hasta el momento se ha detectado en San Cristóbal, San Antonio y Alquízar. El resto de los municipios tiene indicado el estudio, dado el incremento de febriles con resultados negativos del test rápido que detecta los anticuerpos IgM, lo cual descarta el dengue. Está pendiente el envío y confirmación de muestras”, expone Jessica González, jefa del Departamento de Enfermedades Transmisibles, en la Dirección Provincial de Higiene y Epidemiología.
Resulta perceptible el aumento de casos con SFI en los 11 municipios. Estadísticas recientes señalan que Bauta, Mariel y San Cristóbal, reportaban casi el 50 % del total.
Particularmente en San Cristóbal, el doctor Luis Felipe Crespo Toledo, director en funciones de la Unidad de Higiene y Epidemiología Municipal, precisó que el primer gran brote de personas febriles en la localidad apareció en los barrios de El Vaquerito e Hidropónico, hace aproximadamente dos meses. Actualmente existe una tendencia a la disminución en esas zonas y al aumento en áreas de los Consejos Populares San Cristóbal II y José Martí.
“Por la rapidez del contagio parece tratarse, en su mayoría, de casos de Oropouche”. Recordemos que este virus se transmite fundamentalmente por la picadura de vectores del género Culicidae (mosquitos) y Culicoides (jejenes). Si bien la especie del jején Culicoides paraensis no se ha detectado en Cuba, sí está presente el mosquito Culex quinquefasciatus, que se reproduce en cualquier tipo de agua.
Por eso la importancia de extremar las medidas para evitar la propagación de dichos vectores. Conviene intensificar el autofocal dentro y fuera de la vivienda: mantener tapados los recipientes de almacenamiento del líquido y permanecer atentos a los objetos que puedan convertirse en reservorio.
Resulta oportuno eliminar las malezas y la acumulación de residuos cercanos a las casas, que sirven de reproducción, desarrollo y refugio del agente transmisor. Ello depende de la conciencia individual de cada uno de nosotros.
Desafortunadamente, existen hoy otras condicionantes que propician la multiplicación de estos vectores.
Específicamente en San Cristóbal, Luis Felipe Crespo Toledo, quien además atiende los Programas de Control Sanitario Internacional y Arbovirosis, refiere múltiples salideros de agua, de considerable envergadura, en conductoras, válvulas y en la red de distribución.
Señala la crítica situación del servicio de recogida de desechos sólidos, determinada, fundamentalmente, por el mal estado constructivo de los supiaderos, la indisciplina social y la insostenibilidad de las acciones de recolección. Ello favorece la acumulación de desechos y la formación de macrovertederos abundantes.
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El panorama en el Departamento de Vectores de la localidad tampoco es halagüeño. Allí cuentan solamente con el 20 % de la fuerza laboral para asumir la campaña antivectorial. “Hemos tenido que concentrar las visitas solo a las viviendas con casos febriles reportados, así como los recursos para la fumigación”, expresa Danay González Rodríguez, quien se encuentra al frente.
Un Grupo Temporal de Trabajo -encabezado por autoridades del Partido, la Asamblea y la Administración- en cada municipio, analiza estos temas. Desde ese quórum se articulan estrategias para, de conjunto con las organizaciones de masas, ayudar en los barrios a la detección de personas enfermas que no acuden a las instituciones de Salud.
Comunales, Acueducto y Alcantarillado, Salud, Transporte, entre otros factores, pertenecen a ese ente. A ellos corresponde trabajar más con el propósito de revertir el escenario actual. No obstante, se requiere también de actitudes responsables de la población, pues, en espacios con mala higiene ambiental, es mucho más frecuente la presencia de vectores. Es tarea de todos y para el bienestar de todos.
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