Podemos restarles fuerza a los huracanes. Tenemos un arma muy poderosa: llegar primero. Es el modo más eficaz de combatir a Alberto, Beryl, Chris, Debby, Ernesto, Helene, Isaac, Joyce… y el resto de los nombres previstos para cuantos fenómenos meteorológicos azoten el área del Atlántico en 2024.
A Cuba se le reconoce en el mundo entero por su preparación para enfrentar todo tipo de desastres, por tener educada a la población en este duelo eterno con ciclones de diferente magnitud, que comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre, aunque a veces se adelanta.
Sin embargo, cada año debemos comenzar casi de cero, como si nada supiéramos, porque las vidas humanas importan demasiado para dar por sobreentendido que lo sabemos todo. Por eso, nuevamente, cobra vital importancia el Ejercicio Popular Meteoro, a realizarse los días 18 y 19 de mayo.
Y, en Artemisa, una vez más estará dirigido al fortalecimiento de las capacidades de respuesta de la provincia para enfrentar desastres de origen natural, tecnológico y sanitario, a partir de la situación real del territorio y las experiencias anteriores.
Se insistirá en elevar la preparación de los órganos de dirección (mando) y de la población, en torno a los estudios de peligros, vulnerabilidades y riesgos.
Ante huracanes o tormentas, sequía e incendios forestales, eventos sanitarios, sismos de gran intensidad, accidentes con sustancias químicas y otros peligros identificados localmente, es la hora de llegar primero. ¿Cómo? Al reducir los riesgos.
Para eso cada entidad ha de tener sus planes bien concebidos, han de estar listas las fuerzas y medios que participan en la respuesta y recuperación, así como los medios para mantener informado y orientado al pueblo.
Urge sanear y asegurar; limpiar zanjas, desagües, fosas y microvertederos; desobstruir registros de alcantarillas; podar árboles; enseñar primeros auxilios, socorrismo y rescate ligero; puntualizar las comunicaciones, incluida la red de radioaficionados, entre otras acciones.
Oportunamente, la semana del 13 al 17 de mayo está concebida para reducción de riesgos de desastres, como antesala del Meteoro.
El momento mejor para salvar vidas y resguardar bienes materiales no es durante la tormenta, sino ahora. Podemos llegar primero que los vientos, aunque vengan a 200 kilómetros por hora.