El 18 de octubre se registró un apagón total que dejó en tinieblas a casi todos los 10 millones de cubanos al menos por cuatro días.
“No debe crecer la economía”, dijo en conferencia el ministro de la cartera, Joaquín Alonso, al hacer un balance de las contingencias que la isla atravesó entre octubre y noviembre.
El país ha “tenido un mes de bajos niveles de producción, no solamente por los eventos climatológicos, sino también por los eventos energéticos”, señaló.
En 2023 el PIB de Cuba sufrió una contracción de 1,9% arrastrado por bajos niveles de producción, escasez de divisas y poco acceso a créditos.
Alonso señaló que el gobierno no tiene “una varita mágica” para adelantar el resultado del PIB, pero dijo que la Cepal prevé un aumento de 0,4% en el año.
“No hay que hacer muchos estudios” para saber que “el desarrollo económico de un país depende también, en gran medida, de la energía. Y nosotros hemos tenido afectaciones eléctricas durante todo el año”, indicó el ministro.
El 18 de octubre se registró un apagón total que dejó en tinieblas a casi todos los 10 millones de cubanos al menos por cuatro días. En medio de esa contingencia golpeó el huracán Oscar en el este de la isla, dejando ocho muertos y dos desaparecidos.
La vida de los cubanos no había vuelto a la normalidad cuando los vientos del ciclón Rafael derrumbaron el 6 de noviembre nuevamente el sistema eléctrico, poco antes de golpear por la parte occidental de la isla. Como colofón cuatro días después, dos terremotos seguidos, el más potente de magnitud 6,8, remecieron la tierra en el sureste.
Desde el primer corte general de luz, las autoridades habían declarado al país en “emergencia energética”, por fallas en sus desgastadas termoeléctricas y falta de combustible.
Las actividades esenciales del país fueron suspendidas, el transporte paró casi totalmente. Muchos hogares se quedaron sin gas y agua, mientras que la red telefónica y el servicio de internet se vieron afectados.
El 10% de los cultivos se perdieron por las lluvias y los vientos que Oscar y Rafael trajeron.
Asfixiada por el endurecido embargo que Washington le impone hace más de 60 años, Cuba atraviesa su peor crisis económica en tres décadas con escasez de medicinas, combustible y alimentos.