Los vecinos del Eixample de Barcelona no desisten y, tras la multitudinaria concentración de ayer, otros varios centenares se han plantado este viernes frente a la Casa Orsola para evitar el primer desahucio de la finca. Las negociaciones previstas entre la nueva propiedad del bloque, el fondo de inversiones Lioness Inversiones SL, y el Síndic de Greuges, no han dado sus frutos y el lanzamiento sigue adelante. “Es sorprendente que el Ayuntamiento se active a 24 horas del desahucio, cuando durante años ha tenido la posibilidad de sancionar a la propiedad y no lo ha hecho. Tiene contacto con ambas partes y sabe que es la propiedad quien se niega a la negociación”, ha subrayado el el Sindicat de Llogateres en un comunicado en redes sociales.
El desahucio de Josep Torrent, un profesor que lleva 23 años de pagando 700 euros de alquiler en la Casa Orsola, está previsto que sea el primer desalojado del bloque. Torrent se negó a abandonarlo cuando el fondo inversor Lioness Inversiones SL se hizo con esta finca modernista del Eixample. “Mi intención es quedarme en mi casa tranquilamente, de forma pacífica, pero firme, cuando venga la comitiva judicial”, ha asegurado Torrent. El desalojo de la finca ha desatado una ola de indignación entre vecinos y sindicatos de vivienda. Al menos unas 100 personas han acampado frente al bloque modernista desde anoche, y la Guardia Urbana ha cortado el tráfico entre las calles de Diputació y Calàbria.
La intención de la nueva propiedad es reformar el inmueble ubicado entre las calles de Calàbria y Consell de Cent para destinarlo a alquileres de corta duración. Este caso ha suscitado un ruidoso eco mediático que ha llegado hasta el Síndic de Greuges. El Ayuntamiento también ha expresado su apoyo a la iniciativa del síndic, David Bondia, quien ha instado al consistorio a ser partícipe en la mediación para “encontrar un espacio de diálogo y llegar a un consenso”.
Todo cambió en este edificio a finales de 2021, cuando Lioness, una empresa que se dedica a la inversión y gestión patrimonial, lo compró y no ha renovado los contratos cuando han vencido. La nueva propiedad ha reformado cada piso que se ha vaciado y lo alquila con contratos de temporada, por hasta el triple de lo que pagaban los anteriores vecinos. Cuando le tocó a Josep Torrent, no le dieron ninguna opción de dialogar, cuenta. Contrato extinguido. Adiós. El alquiler medio en el distrito del Eixample (1.300 euros al mes, últimas cifras oficiales) cuesta más que la mitad de su sueldo. En los portales, los precios son más caros.
La Casa Orsola se ha erigido como un referente de la lucha vecinal contra la gentrificación en Barcelona y supone un punto de inflexión de cara a la huelga de alquileres auspiciada por el Sindicat de Llogateres. Aragonès ha animado a los asistentes a sumarse a la “Caja de Resistencia”, una iniciativa que empezó el pasado 9 de diciembre a raíz de las denuncias de promociones de vivienda de protección oficial de La Caixa por las “condiciones abusivas” que sufren. Un total de 29 familias se sumaron a la propuesta.