
Hace un siglo, cuando al diario La Prensa llegaba una noticia de impacto, sonaba desde la terraza del edificio de avenida de Mayo al 500 una sirena que ponía en alerta a las personas que recorrían en centro de la ciudad. Pudo haber sonado esta noche, en el ahora espacio Casa de la Cultura, cuando la voz de Federico Seeber, anfitrión de la ceremonia de entrega del 28º Premio Clarín Novela, nombró por primera vez al escritor español Daniel Morales como ganador del certamen 2025 por su libro Cuaderno inglés, presentada con el seudónimo Garp.
Morales, con esta historia de un hombre amante de las bibliotecas y lector empedernido, se impuso sobre los 1.284 originales presentados al certamen, que atravesaron el proceso de lectura cruzada. Había historias llegadas desde España, Colombia, Ecuador, Chile, Perú, Uruguay, Venezuela y la Argentina, pero la suya fue la elegida por el Jurado de Honor integrado desde 2024 por Mariana Enríquez y Alberto Fuguet a quiernes se sumó este 2025 Javier Cercas.
Morales ha sido premiado otras veces porque no es nuevo en la tarea de narrar. Se licenció en Filosofía en Málaga, tiene varios relatos que le valieron reconocimientos y también es autor de una novela titulada Habrá valido la pena, que mereció los elogios de un jurado presidido por Luis Goytisolo en 2017 y que le concedió el Premio Vuela la Cometa. Otros galardones que recibió fueron el Caja España de Libro de Cuentos; el Federico García Lorca de Poesía, de la Universidad de Granada; y en 2021, la séptima edición del premio Feel Good por su otra novela Donde estén mis amigos.
Es gaditano de nacimiento (de Villamartín), malagueño de adopción y “culillo inquieto por vocación”, según se define. Ha vivido en Santiago de Compostela, París, Salamanca y Granada. Cuando terminó sus estudios en Málaga, contó alguna vez que se independizó. No se fue solo a otro domicilio: se fue “a la otra punta de España. El poco dinero que llevaba se gastó enseguida. Tenía claro que lo que me gustaba era la literatura, pero nunca me había planteado escribir en serio”.
Ahora reside en el Reino Unido, donde también está ambientada la novela ganadora. En 2017, cuando ganó el Premio Vuela la Cometa, se refirió a las dificultades de hacerse conocer como escritor: “Puede ser muy frustrante escribir y escribir durante años y que por falta de suerte o contactos nadie llegue a leer tus libros”. Desde esta noche, eso ya no será así.
Tradición periodística
Esta edición del Premio Clarín Novela –que cuenta con el apoyo de la Ciudad de Buenos Aires– celebra a la literatura como cada año, pero también, de alguna manera, al periodismo en este edificio deslumbrante, en pleno corazón de la Ciudad, que de fines del siglo XIX hasta mediados del XX mantuvo a la ciudadanía al tanto de la información relevante.
El inmueble, un palacio de estilo beaux art combinado con elementos propios de la revolución industrial, declarado como monumento histórico nacional y que fue construido para que allí funcionara el diario La Prensa, ha sido íntegramente recuperado, ahora alberga a las oficina del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y también al espacio Casa de la Cultura, inaugurado en septiembre y en el que el periodismo tiene centralidad.
Esa tradición periodística se mantiene en la biblioteca bautizada con el nombre del maestro de cronistas y escritor Tomás Eloy Martínez, en las actividades de organizaciones de periodistas y medios de comunicación y ahora con la entrega del Premio Clarín Novela, el galardón más importante del país.
Ricardo Kirschbaum, editor General del diario Clarín y director de la Revista Ñ, dio la bienvenida a los asistentes. “Les agradezco que hayan venido a esta nueva edición del Premio Novela de Clarín. Desde aquella primera premiación de Una noche con Sabrina Love, de Pedro Mairal, según lo decidieron Adolfo Bioy Casares, Augusto Roa Bastos y Guillermo Cabrera Infante, hasta hoy el premio se ha convertido en un hito cultural en el mundo de habla hispana. Y, también, es un homenaje a los resistentes: los editores que no se rinden y los lectores que exigen una oferta literaria superlativa“.
El editor general de Clarín puso en foco “los tiempos de dramáticas transformaciones y de demasiadas incertezas” que vivimos. “El clima época que se vive y respira aquí –y en el mundo– habla de una sociedad que se enfrenta nuevamente a preguntas y a temas que parecían saldados“.
En ese sentido, Ricardo Kirschbaum se refirió a la transformación digital y sus desafíos: “El ecosistema digital y sus redes sociales han modificado todos los parámetros y hábitos. Están creando una nueva cultura sobre las ruinas del antiguo régimen” señaló y agregó: “La irrupción de la Inteligencia Artificial está provocando un terremoto que está lejos de calmarse y que, acaso, modifique todo radicalmente”.
¿Por qué apostar a los libros, por qué premiarlos, en medio de ese tembladeral? Autor él mismo de un libro pionero y canónico sobre la Guerra de Malvinas titulado Malvinas: La Trama Secreta, publicado en coautoría con Oscar Raúl Cardoso y Eduardo Van der Kooy en 1983, Kirschbaum ofreció más de una razón: “La primera respuesta es porque estamos comprometidos con la cultura; la segunda, porque amamos los libros y la creación literaria, cualquiera sea su soporte; la tercera, y más importante, porque contra toda evidencia en contrario, nuestra nueva convocatoria no cayó en el agujero negro: este año recibimos la segunda mayor cantidad de originales de la historia de este premio novela. Es un gran espaldarazo, nos colma de entusiasmos y nos asombra”.
En su discuso, el editor General de Clarín también analizó la transformación de la propia escritura: “Se lee distinto, la innovación trae nuevas formas que impactan en la escritura, los libros no tienen la centralidad que disfrutaron hasta no hace mucho en la formación de la sociedad y la oralidad puede estar prevaleciendo”, enumeró recuperando su ponencia en el reciente X Congreso Internacional de la Lengua Española, que tuvo lugar en Arequipa. Y agregó: “Se impone, muchas veces, la gramática del odio que cercena el debate democrático”.
Antes de finalizar, Ricardo Kirschbaum citó a Javier Cercas, “uno de nuestros jurados de honor junto a la gran Mariana Enríquez y a Alberto Fuguet, (que) ha afirmado en una de sus columnas que un periodista debe encontrar la fórmula para explicar fácil un tema difícil. Ese es uno de los atributos esenciales del periodismo y de quienes escriben literatura, me permito agregar”.
“El hecho literario, una novela, como la que hoy se premiará aquí, nos refiere a un mundo que el autor ha creado en base a lo que ha vivido y del relato que envuelve todo –indicó y concluyó–. ¿Será cierto que lo único que el hombre realmente entiende, lo que mantiene y conserva en su memoria, son los relatos? ¿Será por eso las grandes batallas que hoy se libran es para imponer una narrativa cultural y política? Les dejo la inquietud”.
El Premio Ñ a la Trayectoria fue para el dramaturgo Ricardo Halac, maestro del teatro argentino. Y, como broche de oro, el momento más esperado de la noche: la apertura del sobre que develó el nombre ganador. El Jurado de Honor, compuesto por Mariana Enriquez, Javier Cercas y Alberto Fuguet, fundamentó la decisión tomada el lunes pasado en una reunión confidencial en el edificio del diario Clarín, en el barrio de Barracas.