Con el inicio de la Cuaresma, los devotos suelen hablar sobre la importancia de evitar la carne roja los viernes, ya que es un tiempo de oración, ayuno y abstinencia. Para algunos creyentes, este acto representa el control de los deseos del cuerpo; para otros, es un gesto de solidaridad con quienes tienen menos recursos.
Esta práctica comenzó en la Iglesia católica como una prueba de voluntad para fortalecer la relación con Dios a través de la renuncia a algo significativo.
¿Es obligatoria la abstinencia en Cuaresma?
El padre Rodolfo Rodríguez Chinchilla, rector del Santuario de Guadalupe, explica que la Cuaresma recuerda el período de 40 días en el que Jesús ayunó y oró antes de iniciar su predicación y revelar que era el Hijo de Dios.
Siguiendo su ejemplo, los cristianos están llamados a la oración y el ayuno durante este tiempo. La Cuaresma es un tiempo de penitencia, y las personas deben abstenerse de algo que les cueste esfuerzo, señala Rodríguez Chinchilla.
Este sacrificio no solo implica evitar ciertos alimentos, como la carne, sino también renunciar a aquello que resulta difícil de dejar, como el uso del celular, el consumo de alcohol o cualquier hábito que aleje de Dios.
La idea es ofrecer algo al Señor como muestra de sacrificio y compromiso. Para algunas personas, dejar de comer no representa un gran esfuerzo, pero renunciar a ciertos hábitos puede significar un sacrificio mayor, agrega Rodríguez Chinchilla.
El sacerdote enfatiza que el ayuno de carne es obligatorio solo el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo de la Semana Santa.
Antes se creía que la Iglesia imponía esta restricción todos los viernes de Cuaresma, pero el líder religioso lo descartó. Aclaró que, aunque algunas personas mantienen esta práctica, no es obligatoria, ya que la Iglesia permite sustituirla por otra acción penitencial.
Práctica adoptada como símbolo de la abstinencia
En la Biblia no hay un versículo que establezca la obligatoriedad del ayuno y la abstinencia de carne el Miércoles de Ceniza, el Viernes Santo ni los viernes de Cuaresma como un mandato ligado al sacrificio de Jesús.
Sin embargo, la Iglesia adoptó esta práctica como un símbolo de dominio sobre los deseos, promoviendo además que el dinero ahorrado se convierta en una ofrenda para los más necesitados.
Historia de la abstinencia de carne
Algunos historiadores señalan que esta tradición surgió entre finales del siglo III y principios del siglo IV, cuando comer carne era un lujo reservado para quienes tenían recursos, mientras que los más pobres solo podían observar el privilegio de los demás.
Según el portal Catholic.net, esta práctica se remonta a la época del apóstol Pablo, cuando en las comunidades cristianas la carne vendida en los mercados solía provenir de sacrificios ofrecidos a dioses paganos. Por ello, consumirla se consideraba un acto de apostasía.
Pablo alentaba a los cristianos en Roma y Corinto a evitar esa carne para no escandalizar a otros creyentes, aunque dejaba esta decisión a la conciencia de cada persona.
La abstinencia como acto de solidaridad
Otra de las razones de la abstinencia de carne es la solidaridad con quienes no tienen los recursos para consumirla o con quienes renuncian a algo importante en sus vidas. Esto se fundamenta en Romanos 14:20:
No vayas a destruir la obra de Dios por un alimento. Todo es puro, ciertamente, pero es malo comer dando escándalo. Lo bueno es no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad.
Históricamente, se dice que en la época del apóstol Pablo el consumo de carne era un lujo al que los más necesitados no podían acceder. Al comprar carne de cordero, debía consumirse por completo para evitar que se descompusiera, lo que generaba gula en algunos y, en otros casos, desperdicio, afectando a quienes carecían de alimento.
Por esta razón, la abstinencia de carne simboliza la solidaridad con los más desfavorecidos, renunciando a un privilegio para compartirlo con quienes lo necesitan. De ahí que la carne roja se haya asociado con la lujuria, la ostentación y la riqueza.
Personas exoneradas del ayuno
El padre Rodríguez Chinchilla explica que la Iglesia ha exonerado del ayuno a las personas de la tercera edad o con problemas de salud, permitiéndoles ofrecer otro tipo de sacrificios, como visitar a un enfermo o realizar una obra de caridad en lugar del ayuno.
Esto se hace para evitar que su condición física se vea afectada. Quienes están en condiciones de ayunar lo hacen, y quienes no, pueden optar por otro sacrificio, concluye.
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