Como pueblo hondureño somos una Nación en construcción, una sociedad que a propósito le han ocultado su historia de grandeza para que adore al extranjero, nos hablan como payasos y nos tratan como pendejos; antes fue igual que en 1990, cuando nos prometieron derrame de riqueza para todos, inversión a lo loco, muchos dólares, trabajo y el final de la pobreza, sistemas de trenes balas, energía nuclear que alumbraría nuestras calles obscuras, pero el tal “Trans de Ricardo” hoy no sirve ni de ciclovía, que también las ofrecieron, hasta transporte aéreo no tripulado, en los que uno ya se mira en modo “Mary Poppins”, je,je,je ¿Qué bonito va’ usted?, con sombrilla y todo.
“Este país está inundado de las primeras piedras de proyectos” que por décadas y décadas pasadas han dejado los gobiernos para anunciar obras que jamás iniciaron, más o menos esas palabras dijo hace poco la presidenta Castro y, “aunque les duela”, en vez de insultarnos, busquen en Google y lean al menos los últimos cien años de la historia de Honduras. Naambee. Mejor “+57” ¡Y dice! Mi gente: “El culo es de ella y por ende se prende / Ella sabe con quién se atiende / Parece inocente, esos ojitos mienten”.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Jesús sabía que el momento de partir del plano físico estaba cerca, debía morir como su Padre lo ordenaba y estando en la mesa con todos sus discípulos, le pidió a Pedro que trajera agua, y Pedro sintiendo que era él quien tendría que lavar los pies de los presentes en la íntima reunión, con gesto de disgusto lo hizo. Jesús se quitó su manto, tomó una toalla y se la ciñó a la cintura, luego puso el agua en un lebrillo (vasija de barro en tiempos del Maestro, ahora de metal) y comenzó a lavar los pies de todos. Pedro no entendía aquella acción, no podía entenderla por ignorancia, Jesús era el maestro y estaba sirviéndolos; se levantó el hijo de Dios y dijo: “Pues, si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros”. Si alguien desea mandar, primero debe servir y, la incomprensión hasta hoy de esta máxima por la élite política ha sido la vieja desgracia del pueblo hondureño, y mientras las causas sean las mismas el reclamo no cambiará. Las decenas de gobernantes han creído que yo, usted, vos, ella y nosotros somos los súbditos y debemos arrodillarnos ante ellos. El soberbio igual que el tonto cree que servir es acto de humillación, cuando en verdad es signo de espíritu elevado.
Una cara compungida, de regio horror, una de esas expresiones que solo podría inmortalizar el noble pincel del hábil Jacques-Louis David durante la Revolución Francesa, manchas de mierda, no es lenguaje figurado, y lodo sobre los rostros de la realeza española, fue en Valencia, donde la gente golpeada sin misericordia por la madre natura, ya no cree en la Corona, ni en quién aparece “a la muerte de un cura” en el cagadal, literalmente regado sobre las calles, hasta seis días después de la catástrofe para llevarse la foto del activista del año o quizá un “Nobel de la Paz”, pero muerte, destrucción, enfermedad y hambre no conocen de las buenas costumbres nobiliarias, ni los manteles blancos a la hora del té, ni los rígidos protocolos de los reyes en Palacio de la Zarzuela, allá donde todo huele a efluvios fragantes de aceites exóticos de oriente y esencias de lavanda, galletas con chispas de chocolate y sándalo de la India. Abajo, el español empobrecido, no lo comprende, el olor de sus muertos es el único aromatizante. No entender esto, a la Corona mantenida le ha costado salir huyendo con la cara salpicada de caca y lodo, y sin duda, queda claro cómo la pijuda vida de los príncipes se desmorona tan rápido como la devaluación del dólar en las operaciones globales de mercado.
Aquí, sobre nosotros ha estado “Sara” y antes otras y otros nombres turbulentos, los ríos desbordan, casas se derrumban y los puentes que conectan comunidades se desploman, los perros suben a los techos y la gente pierde sus bienes, y con la cara mojada, no se sabe si es lluvia o llanto o los dos, porque en esta tierra casi siempre es lo mismo, o distinto para ser peor, cuerpos de socorro y unidades de apoyo a esta hora están bajo la tormenta intentando salvar lo que se pueda, lidiando con la desesperación de las personas, en los albergues y la lluvia no cesa, las carreteras destruidas y, las pérdidas, tampoco. “Este país está inundado de las primeras piedras” que por tiempos y tiempos pasados han dejado los gobiernos para anunciar proyectos que nunca empezaron, más o menos eso dijo hace unos días la primera mujer presidenta y, aunque les duela, en vez de insultar, busquen en Google y lean al menos los últimos cien años de la historia de Honduras. ¿Mucho va’? Mejor “+57” mi gente ¡Y dice!: “El culo es de ella y por ende se prende / Ella sabe con quién se atiende / Parece inocente, esos ojitos mienten”.
El proceso electoral es el periodo de apareamiento de nuestra fauna política, agüeva con su hambre de dinero y lengua venenosa al insaciable dragón de Komodo; pues bueno, al que mejor baile le daremos el voto y podrá gobernar (técnicamente hablando, omitamos el tema de los fraudes por ahora). De nuestros candidatos, uno no para de usar “X”, corre y salta ¡Foto!, le dan un abrazo ¡Foto!, se come un elote ¡Foto!, mientras tenemos al otro que es el presidente del futuro, el que siempre dice “después llego”, cuando narró el desfile del dictador en el Estadio y su esposa embarazada recibía gas lacrimógena. Prometió llegar después, no llegó. Hoy se viste con saco, usa sombrilla, se va a narrar un partido de fútbol y, eso así, dice –después llegaré ayudar a la gente por las lluvias—, luego tenemos a una mujer que, además es secretaria de Defensa… y, por cierto, nunca antes visto, por eso extrañó ver a la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas, atendiendo en primera línea una emergencia del pueblo, con el agua hasta la rodilla, con la camisa puesta y mojada…
La virtud para gobernar un país tan rico, pero a la vez, empobrecido por sus malos administradores del Estado, se impone la dignidad como invariable cualidad de la persona que sirva al soberano (nosotros, los hondureños vivitos y coleando en nuestro territorio, eso se llama “pueblo”), carencia de ego que adormece el espíritu, más que “espejito, espejito ¿Quién es el más hermoso?” o la vanidad de creerse que uno es el Estado mismo, almas inferiores con espíritus rastreros, como el que cree que ir a chismear a los gringos para que Honduras no acceda a la Cuenta del Milenio, es una acción de inteligencia, cuando es miopía espiritual, estupidez de esclavos serviles, que aún siendo golpeados con el látigo, lo recogen, lo besan y lo regresan al amo, alguien así, tan mediocre, no puede ser nuestro presidente. “Uno que no sepa gobernase a sí mimo ¿Cómo sabrá gobernar a los demás”, escribió Confucio en el 479 antes de Cristo, ¡Ay amigo! Sí pudieras ver cómo hemos sobrevivido regresarías a tu figura de estatua para no volver a morir.
Honduras es un país en construcción, una nación que le han escondido su propia historia para que adore al extranjero, nos hablan como niños y nos tratan como pendejos, nos prometen desde sistemas de transporte público que hoy no sirven ni de ciclovías (que también las prometieron), hasta sistema de transporte aérea no tripulado, teleféricos, en los que uno ya se mira a lo “Mary Poppins”, je,je,je “¿Qué bonito va’ usted?, con sombrilla y todo, nos hablan de ahuyentar la “inversión”, pero nos dicen que en todo un año solo generaron 77 empleos, por culpa del hada madrina; nos dicen que “la democracia es cara”, pero la verdad es que no, lo caro son los corruptos, que son tantos, que cada vez tenemos que gastar en sistemas más caros para que no se roben las elecciones, controles sobre controles de nada sirve, siempre sale “Toño la mascota”. Somos un país sin industria desarrollada ¿Por qué creen que no hay dólares en el país? Simple cariño, no hay empresarios que exporten y vendan en el mercado internacional, solo comerciantes que gastan los dólares que producen nuestros hermanos migrantes ¡y a güevos piden el billete verde que no producen! Puuutaaa, tampoco tenemos infraestructura, ¿y la educación? Ay la educación, ahí el tonto de Colón es “héroe” en las vistas para los niños y los hondureños somos “una india virgen dormida”, ja,ja,ja, ¿Eeey vo’ y esa pendejada? ¡Borren esa mierda! Pero que cosa tan maravillosa ¡Chico!, cada año tenemos más candidatos que quieren ser presidentes de este cagadal ¿Interesante, no?
Como sociedad hondureña, necesitamos un gobernante capaz de ponerse las botas y ayudar a los desprotegidos, a los marginados de la riqueza y de las oportunidades de superación, hábil en las relaciones internacionales, que pueda sentarse con las potencias buscando el beneficio social y económico de nuestra Patria sin arrodillarse a nadie, que no le sea indiferente el dolor ajeno como los pastores y curas, que les vale verga el prójimo, a propósito, ¡cuiden sus niños cuando vayan al culto y a la misa!, y que no piense que llegar al Altar Q es un X/O o anuncio de cuatro años, que la prioridad no sea su foto en “X”, sino la de una obra bien hecha (y que reflejen grandeza, ya no hagan papadas chiquitas), y, no olvidar, que éste sea buena persona, capaz de reconocer el méritos de los demás y el propio. Payasos, exhibicionista, psicópatas, egocéntricos, corruptos y toda la gama de criminales, ya hemos tenido suficiente y basta, esos malos gobernantes nos han caído como huracán en toda nuestra historia, los pagamos con cada tormenta, cada desastre, es un recordatorio de las mierdas que hemos tenido y las almas rebajadas que por accidente se les llama presidentes. Avanti.