El expresidente argentino Alberto Fernández (2019-2023) fue citado por la justicia para ser indagado como acusado por lesiones y amenazas en perjuicio de su expareja, Fabiola Yañez, en un contexto de violencia de género. Después de haber logrado postergar su declaración en dos oportunidades, Fernández deberá presentarse el 4 de febrero próximo en los tribunales federales de Buenos Aires.
El expresidente había conseguido ganar tiempo en la causa con un pedido de recusación del juez Julián Ercolini y con una solicitud de cambio de jurisdicción del caso. Ambas presentaciones fueron rechazadas y este viernes Ercolini volvió a llamar a Fernández para que declare tras la feria judicial de enero. Después de esa instancia, el juez estará en condiciones de decidir si procesa o no al imputado.
La acusación incluye los delitos de “lesiones leves doblemente agravadas por ser cometidas mediante violencia de género y contra su entonces pareja”, “una lesión grave por el debilitamiento permanente de la salud” de Yañez y “coacciones” dirigidas a intentar que la víctima no presentara la denuncia. La pena máxima prevista por la sumatoria de esos delitos es de 18 años de prisión.
“El análisis de toda la prueba reunida en el caso permitió acreditar que el expresidente Fernández ejerció distintos tipos de violencia contra su pareja, prácticamente, desde el inicio de su relación”, en 2016, hasta este año, según detalló la fiscalía en su dictamen, elaborado después de analizar las pruebas y tomar declaración a una veintena de testigos. Precisó también que “se pudo detectar violencia psicológica, física y económica”, en el contexto de una “particular relación asimétrica de poder” entre Fernández y Yañez.
Este jueves, en diálogo con un portal español, Yañez aseguró que continúa recibiendo por parte de Fernández “el mismo hostigamiento” que generó su denuncia inicial. En particular, acusó al exmandatario de ejercer “violencia psicológica” contra Francisco, el hijo de ambos, de dos años y medio.
La causa se construyó a partir de un hallazgo realizado en el marco de otra investigación judicial, por irregularidades en la contratación de pólizas de seguros para organismos estatales durante el Gobierno de Fernández. Cuando los investigadores analizaban el contenido del teléfono de la exsecretaria del presidente, María Cantero, encontraron mensajes de Yañez relatando la violencia que estaba sufriendo y fotos que la mostraban con lesiones en el rostro y un brazo.
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