La violencia en la República Democrática del Congo ha dejado miles de muertos y desplazados, quienes huyen de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes del M23.
Al menos 773 personas murieron y 2.880 resultaron heridas en el este de la República Democrática del Congo debido a los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes del Movimiento 23 de Marzo (M23), grupo que cuenta con el respaldo de Ruanda.
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De acuerdo con el portavoz del Gobierno congoleño, Patrick Muyaya, todavía continúa la recogida de datos para determinar la magnitud de los ataques en la región.
El conflicto se intensificó el pasado 26 de enero, cuando combatientes del M23, apoyados por tropas ruandesas, irrumpieron en los suburbios de Goma, la capital de Kivu del Norte, y anunciaron el cierre del espacio aéreo sobre la ciudad, lo que ha complicado aún más la situación de los civiles atrapados en la violencia.
Ante la creciente crisis humanitaria, los líderes de la Comunidad de Desarrollo del África Meridional (SADC) se reunieron el pasado viernes en una cumbre extraordinaria en Harare, Capital de Zimbabue, donde hicieron un llamado urgente a un alto al fuego que permita la llegada de ayuda humanitaria a la población afectada.
A través de un comunicado, los representantes de la SADC instaron a todas las partes involucradas en el conflicto a comprometerse con un cese de hostilidades para evitar más pérdidas humanas y facilitar la asistencia a los desplazados.
Por su parte, Ruanda negó las acusaciones sobre su participación en el conflicto y argumentó que sus Fuerzas de Defensa de Ruanda (RDF) se limitan a proteger las fronteras del país y garantizar la seguridad de los civiles.
El M23, que había sido derrotado en el año 2013, retomó las armas en 2021 bajo el pretexto de incumplimientos del Gobierno congoleño en acuerdos previos.
Desde entonces, la RDC acusa a Ruanda de apoyar a los insurgentes, mientras Kigali niega cualquier vínculo con el grupo.
Pese a los intentos previos de negociación y acuerdos de desescalada, el M23 ha continuado con su avance militar, que han dejado miles de desplazados y agravado la inestabilidad en la región.