La tradicional parada en las parrillas de Dolores es un verdadero oasis para los viajeros carnívoros que se dirigen a la costa. Allí, el humo del asador y el aroma a brasas invitan a detenerse y disfrutar de un buen costillar recién salido del fuego. Para los que prefieren seguir camino, siempre está la opción de un sándwich de vacío o bondiola, perfecto para llevar y convertir el viaje en una experiencia aún más sabrosa.
A poco más de dos horas de viaje de la Ciudad, desde la ruta 2 se siente el aroma que desprenden los asadores y las parrillas de estos restaurantes, la mayoría ubicados donde la autovía se encuentra con la 63, camino que une el empalme con la Ruta Provincial 11 (muy transitada porque es la opción más corta para ir a balnearios como Villa Gesell o Pinamar).
Para muchos turistas, las parrillas son una parada obligatoria antes y después de las vacaciones. La primera que se ve al llegar a esa esquina es Carlitos, la pionera, la que dio el puntapié en 1965. Allí hay otras 20 opciones para comer por eso resulta fundamental saber cuáles son los restaurantes que más se destacan, qué cortes recomiendan probar y cuánto salen.
Las parrillas más recomendadas de Dolores
El Fogón 2
Nora Baquer es la dueña de El Fogón y está al frente del negocio desde hace más de 25 años. No sólo administra el lugar, también es la encargada de cocer las carnes al asador o a la parrilla: “Nadie me enseñó, este oficio lo aprendí mirando y hoy cocino como si el plato lo fuera comer yo”, describe la asadora.
“Acá la clientela se hizo con el boca a boca. Yo no pongo llamadores en la ruta, la gente viene sola porque sabe que se come bien y no matamos con los precios”, señala Nora que se refiere a que otras parrillas tienen personal asignado para atraer turistas que circulan por la ruta.
En un salón para más de 200 comensales, Nora recibe a sus clientes sirviendo, sin cargo, una empanada de carne frita como bienvenida. La porción de asado para compartir entre tres personas viene con fritas por $ 28.000. La porción de vacío también para tres se consigue por $28.000.
Para los que quieran llevarse comida para seguir viaje y ganar tiempo, hay sándwiches de vacío ($10.000 para compartir), bondiola (ambos $ 9.000) y por supuesto choripan ($ 4000).
El Fogón 2, Ruta 63, a 800 m de ruta 2, Dolores, Provincia de Buenos Aires.
La Estancia de Verónica
Verónica Aira, al igual que su colega, también está a cargo de la parrilla en su local. Si bien está ahí hace 4 años, su marido cuenta con 3 décadas de experiencia en los fuegos porque tuvo otra parrilla en la zona que cerró el año pasado.
Dentro de las entradas que ofrece el lugar, el plato más pedido son los chinchulines ($5.000): “De 20 mesas, 18 te piden chinchulín como entrada”, cuenta Verónica. Allí el cordero y el lechón a la cruz funcionan como señuelo que atraen a los que circulan por la ruta: “La gente ve el cordero en el asador y para. Se vende muy rápido”, explica Verónica.
¿Cuál es el secreto de su sabor? Según la asadora, además de la mano para cocinarlo es la leña que utilizan: “Usamos tala y coronillo, que son buenas leñas que le aportan un toque diferente a las carnes”, señala. La porción de cordero para dos personas vale $ 26.000.
Las papas fritas ($ 6000 la porción para dos o tres personas) para acompañar las carnes son especiales: “Tienen mucha dedicación. Las hacemos frescas del día. No las tenemos en heladera esperando porque sabemos que el sabor cambia”. Allí las porciones son para compartir, el asado para dos personas sale $ 22.000. “Es asado de costilla, una porción grande bien de campo”, describe orgullosa la parrillera. El vacío tiene el mismo valor.
A diferencia de su competencia el local de Verónica abre los 365 días del año, mediodía y noche: “En temporada nos hemos quedado hasta las tres de la mañana, no apuramos a nadie, el cierre lo decide el cliente”, cuenta.
Ruta Provincial 63, km 1, Dolores, Provincia de Buenos Aires