Pese a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de revocar la exclusión de Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo, la ONU ratificó hoy que contradice esa postura.
Durante un encuentro con los periodistas, Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, António Guterres, dijo, en respuesta a una pregunta de Prensa Latina: “dimos la bienvenida al anuncio de Estados Unidos del 14 de enero sobre, entre otras medidas, la retirada de Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado”.
El 14 de enero, el entonces presidente Joe Biden eliminó a Cuba de la unilateral lista -en un acto tardío, en el ocaso de su mandato, pero en la dirección correcta-, a partir de la consideración de varias agencias del propio Gobierno de Estados Unidos, las cuales validaron lo que es una verdad a voces: Cuba no patrocina el terrorismo.
Sin embargo, como han denunciado sus autoridades, el país caribeño ha sido víctima, durante décadas, de actos violentos muchos de ellos planificados desde el mismo territorio estadounidense.
Tras asumir el cargo el 20 de enero, en sus primeras horas en la Casa Blanca, Trump dio marcha atrás con una orden ejecutiva a la decisión de Biden sin presentar ninguna evidencia nueva y desconociendo el trabajo y criterio de sus propias agencias estatales.
Las reacciones no se hicieron esperar. El secretario general incluso, en su momento, reconoció que la conducta de Cuba en algunos procesos de mediación como el proceso de paz en Colombia, contradice la permanencia en semejante listado.
En junio del pasado año, Dujarric, apreció los esfuerzos de la nación antillana con actores políticos colombianos que determinaron la firma del Acuerdo de Paz en 2016.
“Ese no es el tipo de comportamiento que uno esperaría de países acusados de ser patrocinadores del terrorismo”, subrayó entonces el portavoz.
Cuba fue incluida por primera vez en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo en 1982, durante la administración del republicano Ronald Reagan hasta que, en 2015, el entonces presidente demócrata Barack retiró tal designación al considerar que carecía de mérito.
Pero Trump reincluyó a Cuba en ese listado a ocho días de dejar la mansión ejecutiva en 2021, en correspondencia con la política de máxima presión que mantuvo contra la isla en su primer mandato.