La empresa estadounidense Colossal ha anunciado este martes la creación de los primeros ratones con variantes genéticas del mamut lanudo, pariente de los elefantes actuales que se extinguió hace miles de años.
Los “ratones lanudos” llevan siete variantes genéticas de los mamuts, sobre todo relacionadas con el crecimiento y el color del pelo. Los roedores son pelirrojos y tienen un pelaje mucho más largo de lo normal. Estos animales han sido creados por Colossal, cuyo objetivo es la desextinción del mamut y otras criaturas extintas como el tilacino y el dodo.
“Estamos demostrando que ya podemos diseñar adaptaciones genéticas que tienen unas implicaciones muy profundas para la desextinción multigénica y la ingeniería genética”, ha dicho el carismático biólogo de la Universidad de Harvard George Church, cofundador de esta empresa, en un comunicado de prensa. La compañía ha recibido cientos de millones de euros de financiación de gente como Thomas Tull, productor de la película Jurassic World, o la famosa y multimillonaria Paris Hilton. Los detalles de la investigación se han publicado este martes en un estudio preliminar que no ha sido revisado por expertos independientes.
Uno de los firmantes del trabajo es el genetista Love Dalén, que lleva años trabajando en recuperar el genoma de cadáveres de mamuts excepcionalmente conservados en Siberia (Rusia). “Algunos de los genes y mutaciones editados en los ratones son variantes que mi grupo de investigación ha identificado como únicas en los mamuts lanudos en comparación con los elefantes, y es genial que la inserción de estas variantes exclusivas de mamut tenga un impacto en la apariencia de los ratones”, explica Dalén a EL PAÍS en un correo electrónico. El genetista de la Universidad de Estocolmo es asesor científico de Colossal, y explica así el objetivo de la compañía: “Para convertir completamente el genoma de un elefante en el de un mamut, sería necesario editar miles y miles de genes, además de una gran cantidad de mutaciones en elementos reguladores y variantes estructurales”. “Este no es el objetivo principal de Colossal. En su lugar, quiere es editar un número menor de genes clave, quizás unos 100 genes”. El resultado sería un elefante mamutizado con alguna de las características más llamativas de la especie extinta, como su pelaje.

Los nuevos “ratones lanudos” son un paso preliminar muy útil, pues permiten resucitar variantes genéticas que se extinguieron con los mamuts y determinar su función exacta, argumentan sus creadores. El equipo exploró 121 genomas de mamuts y elefantes, incluyendo genomas de referencia de alta calidad creados por Colossal para los elefantes asiáticos y africanos, para identificar genes clave que influyen en el pelaje y la adaptación al frío.
A continuación usaron una variante de la edición genética CRISPR que permite hacer varias modificaciones genéticas a la vez. Una de ellos es desactivar el factor de crecimiento de fibroblastos 5 (FGF5) lo que altera los ciclos de crecimiento del pelo y permite que crezca hasta tres veces más que en ratones convencionales. De manera similar, la pérdida de función de FAM83G, FZD6 o TGM3 hace que los ratones presenten un pelaje más frondoso y ondulado y bigotes rizados debido a cambios en el desarrollo y la estructura del folículo piloso. Otro cambio en el gen MC1R que regula la producción de melanina cambia el pelo negro por otro entre rubio y pelirrojo más parecido al de los mamuts.
Otra de las variantes introducidas es una versión truncada de la proteína de unión a ácidos grasos 2 (FABP2). Este gen está asociado con el metabolismo de los lípidos y la absorción de ácidos grasos. En los ratones, las versiones truncadas similares a las que evolucionaron en los mamuts conducen a cambios en el peso corporal, asegura la compañía estadounidense.
Colossal ha conseguido congregar a prestigiosos científicos del campo de la genética, el ADN antiguo y la desextinción de especies. Al mismo tiempo ha conseguido inversiones por más de 400 millones de euros y el apoyo de importantes fondos de inversión y personajes famosos, como el director de la saga de El Señor de los Anillos, Peter Jackson, o Mark Walter, copropietario del Chelsea, y del equipo de beisbol Los Angeles Dodgers, según Forbes.
El biólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Lluís Montoliu aplaude esta investigación, que define como un “éxito incontestable”. “Todavía no han desextinguido ningún mamut, pero sí que han mostrado el efecto que tienen algunas variantes genéticas encontradas en el genoma del mamut usando ratones como sistema experimental de validación de los efectos que producen dichas mutaciones”, ha declarado al portal Science Media Centre (SMC) España.
Otros investigadores son más críticos. “Es un trabajo interesante, pero la idea de que se pueda revertir la extinción es falsa”, opina Louise Johnson, bióloga evolutiva de la Universidad de Reading, al SMC. “En teoría, se podría introducir un gen de vellosidad en un elefante y este se parecería bastante a un mamut, pero no sería un mamut en ningún sentido significativo. Los elefantes serían una especie terrible para hacer esta investigación: son enormes, tienen largos períodos de gestación y requieren un alojamiento y cuidados muy especializados. El ratón es un animal de laboratorio brillante, y sabemos mucho sobre el genoma del ratón y cómo alterarlo eficazmente”, ha detallado. Tori Herridge, de la Universidad de Sheffield, apunta otro dato importante. “La mayoría de los embriones editados genéticamente no lograron dar lugar a crías vivas, menos del 10 %, y muy pocos de los nacidos fueron editados con éxito en todos los genes objetivo”, destaca también al SMC.