Barcelona se dispone a cerrar otro año histórico en la inversión hotelera tras tocar techo en 2023, con 517 millones de euros, como consecuencia de dos grandes operaciones (la venta del hotel Mandarin y del hotel Sofia) que sumaron casi 400 millones de euros. Los datos de la consultora inmobiliaria CBRE hasta septiembre, con 12 operaciones y un volumen de 426 millones de euros (el 25% del total de fondos captados en España) ya hacían presagiar que se podría superar esa cifra.
El cierre de una gran operación esta mañana apunta a que se podría haber superado definitivamente. La consulta inmobiliaria Colliers, que ha asesorado la operación, ha comunicado la venta del hotel Vincci Bit, propiedad del grupo inmobiliario Rosales (también propietario del hotel Soma en Madrid), a un inversor nacional por 60 millones de euros. “Con el cierre de esta transacción, Barcelona se posiciona como el destino urbano más dinámico en 2024, superando los 500 millones de euros de inversión cerca de 20 transacciones. Con esta operación también se confirma una tendencia destacable de este último año, en el que hemos visto como en procesos que han despertado máximo interés en el mercado ha sido finalmente un inversor nacional el comprador elegido”, recalcó Laura Hernando, directora general de Hoteles en Colliers. El hotel Vincci Bit cuenta con 177 habitaciones dobles con una categoría de cuatro estrellas y se inauguró en 2012.
Entre esas 20 operaciones destacan cinco por el elevado volumen de fondos comprometido (285 millones de euros). La más relevante fue la compra del hotel AC Forum por parte del grupo israelí Fattal por 80 millones de euros, seguida por la cerrada esta mañana (Vincci Bit) y la venta del hotel OD Barcelona a un inversor ruso por 55 millones de euros. Al margen de esas tres operaciones también destacan otras dos por su elevado volumen. En enero, la socimi Atom, participada por Bankinter y GMA, compro dos hoteles de cinco estrellas (Hotel Miramar y el Gran Hotel La Florida) por 50 millones de euros. Solo cuatro meses después, la gestora alemana ASG vendió a un family office británico el hotel Hampton by Hilton Barcelona Fira Gran Vía por 40 millones de euros.
Esa cifra podría haber alcanzado cotas históricamente altas si se hubieran cerrado dos operaciones de venta que habrían sumado en torno a 150 millones de euros al volumen final de inversión. Se trata del hotel Barceló Raval, propiedad del fondo alemán Union Investment, y del hotel Kimpton Vividora, en manos de la familia Casacuberta. Colliers es la encargada de comercializar el hotel Barceló Raval y prevé que la venta se podría cerrar en los primeros meses de 2025 (Unión Investment lo compró por 40 millones en 2012), mientras que JLL, consultora encargada de la venta del Kimpton Vividora, tiene mandato para lograr hasta 110 millones de euros por la venta del activo, con 156 habitaciones, y ubicado en pleno barrio gótico de Barcelona.
Al margen de la compraventa, este año ha estado marcado por la entrada de nuevas marcas internacionales en Barcelona en activos en los que ha estado involucrado de alguna manera el fondo canadiense Brookfield. Este era el propietario del hotel Sofía, uno de los más emblemáticos de cinco estrellas gran lujo en Barcelona, hasta que lo vendió en abril de 2023 a Blasson Property Investment por 180 millones en abril de 2023. Un año después lo reabrió con la marca Grand Hyatt. La última gran marca global que ha aterrizado en Barcelona ha sido Moxy, la enseña de estilo de vida de Marriott. Fue el pasado mes de octubre cuando puso nombre al antiguo hotel Expo, propiedad de Brookfield tras comprar en 2021 una cartera de cuatro hoteles de Selenta por 440 millones, convirtiéndose en el primero de esa marca en España.