El viernes, varios medios de Estados Unidos, incluyendo “The Miami Herald” y “The Wall Street Journal”, informaron que Trump había aprobado ataques dentro de Venezuela contra instalaciones militares, y que era cuestión de horas para que ello se produzca. Sin embargo, el propio mandatario negó ese mismo día que haya dado luz verde para tal acción.
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La noche del domingo, en una entrevista con el programa “60 Minutes” de CBS, Trump dijo que cree que los días de Nicolás Maduro como gobernante de Venezuela están contados. Además, minimizó los temores a una guerra inminente contra el país sudamericano.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, interviene durante la Cumbre de Directores Ejecutivos de la APEC en Gyeongju, Corea del Sur, el 29 de octubre de 2025. (EFE/EPA/ANDRES MARTINEZ CASARES).
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Al ser consultado por la periodista Norah O’Donnell sobre posibles ataques de Estados Unidos a objetivos en Venezuela, Trump respondió que no quería decir “si es verdad o no” y añadió que no le revelaría “a una reportera si voy a atacar o no”.
Antes del programa, al ser preguntado por posibles planes concretos de Estados Unidos para un ataque a Venezuela, respondió en el mismo sentido: “¿Cómo puedo responder una pregunta como esa? ¿Hay planes de un ataque en Venezuela? ¿Quién diría eso? Suponiendo que los hubiera, ¿se lo diría yo a usted, honestamente? Sí, tenemos planes. Tenemos planes muy secretos“, dijo.
“Mire, ya veremos lo que pasa con Venezuela”, agregó.
La ayuda que pidió Maduro a sus aliados

Vladimir Putin y Nicolás Maduro intercambian documentos durante una ceremonia de firma tras sus conversaciones en el Kremlin, Moscú, el 7 de mayo de 2025. (Foto de Alexander NEMENOV / AFP).
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De acuerdo con documentos estadounidenses filtrados y reportados por medios como el diario “The Washington Post”, Venezuela solicitó a Rusia, mediante una carta dirigida al presidente Vladimir Putin, la entrega de misiles y sistemas de defensa aérea.
También pidió la revisión, reparación y modernización de radares y de sus cazas rusos Sukhoi Su‑30.
Caracas ha solicitado apoyo logístico a través de la empresa estatal rusa Rostec, incluyendo financiamiento a medio plazo para cubrir los sobrecostos de mantenimiento y modernización de equipos militares.
Además, pidió ayuda en drones, sistemas de bloqueo de GPS y de “detección pasiva” de amenazas a gran distancia.
El Kremlin confirmó el domingo que ha recibido la solicitud de Venezuela y que está en contacto con Maduro.
“Tenemos varias obligaciones contractuales”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, a la agencia TASS, sin mencionar directamente la solicitud de Maduro.
Rusia y Venezuela firmaron en mayo pasado un acuerdo de asociación estratégica durante una visita de Maduro a Moscú, que incluye cooperación técnico-militar para reforzar las capacidades defensivas y la seguridad.

Un vehículo portamisiles tierra-aire S-125 Neva/Pechora (SA-3 GOA) de fabricación rusa permanece en una base militar en Caracas el 14 de marzo de 2015. (Foto de JUAN BARRETO / AFP).
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Mientras que en la carta dirigida al presidente de China, Xi Jinping, Maduro le pidió que acelere la producción de sistemas de detección por radar para Venezuela por parte de empresas chinas, con el propósito de reforzar la vigilancia aérea y marítima.
Según la filtración, “en la misiva, Maduro enfatizó la gravedad de la percibida agresión estadounidense en el Caribe, enmarcando la acción militar de Estados Unidos contra Venezuela como una acción contra China debido a su ideología compartida”.
A Irán el régimen de Maduro le pidió equipamiento para la detección pasiva de amenazas, como sensores y radares de alerta. Sistemas de interferencia o bloqueo de GPS para dificultar la navegación, vigilancia o ataque de fuerzas externas.
También drones de largo alcance (de hasta unos 1.000 km) que podrían servir para vigilancia o incluso para ataque remoto.
Un apoyo más simbólico que real

Un avión de combate polivalente Sukhoi Su-30MKV de fabricación rusa de la Fuerza Aérea Venezolana sobrevuela un desfile militar en Caracas el 5 de julio de 2017. (Foto: FEDERICO PARRA / AFP).
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¿Los aliados de Maduro acudirán en su ayuda? Andrés Gómez de la Torre, especialista en temas de defensa e inteligencia, le dijo a El Comercio que desde los tiempos de Hugo Chávez, la estrategia militar venezolana ha apostado por alejarse de sus antiguos proveedores occidentales, principalmente Estados Unidos y Europa, para fortalecer sus vínculos con potencias como Rusia, China e Irán.
Ese viraje geopolítico, explica el analista, se tradujo en un masivo proceso de adquisición de armamento ruso, especialmente para el Ejército y la Fuerza Aérea.
“Venezuela cuenta hoy con un ejército mayoritariamente equipado con sistemas rusos, como misiles Pechora y BUK, baterías antiaéreas S-300, aviones Sukhoi-30, y con cooperación técnica en materia de drones e inteligencia proveniente de Irán y Cuba”, señala Gómez de la Torre.

Imagen de un sistema de misiles ruso BUK-M2E durante un ejercicio militar en Caracas el 21 de mayo de 2016. (Foto: JUAN BARRETO / AFP).
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En cuanto a los acuerdos de asociación estratégica firmados por Caracas con Moscú y Teherán, el analista recalca que estos son de cooperación técnica y no de defensa mutua, a diferencia de los acuerdos de seguridad que Rusia mantiene con aliados como Corea del Norte, que sí implica apoyo militar mutuo en el campo de batalla a través de tropas y de armamento.
En ese contexto, Gómez de la Torre sostiene que las Fuerzas Armadas de Venezuela enfrentan graves limitaciones operativas derivadas de la crisis económica.
“No están en condiciones de resistir una amenaza del tamaño del grupo de tarea estadounidense desplegado en el Caribe”, advierte. Ante un eventual ataque, Venezuela solo podría responder mediante una guerra asimétrica o híbrida, más centrada en la resistencia popular que en la confrontación directa.
Gómez de la Torre subraya que el apoyo de los aliados de Maduro tiene más de gesto político que de respaldo militar real. Indica que Rusia está absorbida por la guerra en Ucrania.
Sobre Irán, dice que ha sido debilitado por los ataques israelíes y estadounidenses en su territorio. También remarca que hasta antes de esos ataques la República Islámica tenía un sistema de defensa antiaérea de origen ruso mucho mayor que el que posee Venezuela, y que este no pudo frenar las ofensivas aéreas israelíes.
Con respecto a China, Gómez de la Torre manifiesta que está enfrascado en su disputa estratégica con Estados Unidos en los ámbitos económicos y geopolíticos enficados en Asia.
“Ninguno de estos países tiene la capacidad ni el interés de involucrarse en una defensa efectiva del régimen venezolano. En el mejor de los casos, se trata de una alianza retórica, no militar”, concluye.
El amenazante despliegue de EE.UU. en el Caribe

El USS Gerald R. Ford (CVN 78), el portaaviones más grande del mundo navegando por el Estrecho de Gibraltar el 1 de octubre de 2025. (EFE/Alyssa Joy/Marina de Estados Unidos).
Desde agosto Estados Unidos ha desplegado al menos ocho buques de guerra en el mar Caribe, entre ellos varios destructores con sistemas Aegis como el USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson; así como el crucero lanzamisiles USS Lake Erie; un submarino nuclear de ataque y el grupo de asalto anfibio USS Iwo Jima.
A esto se suma la movilización de cazas de última generación F‑35 que llegaron a Puerto Rico. También ha realizado vuelos de disuasión con bombardeos estratégicos de largo alcance como los B‑52 y los B-1B Lancer.
Además, próximamente llegará a la región el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del mundo.
La prensa especializada estadounidense estima que unos 16.000 efectivos militares de Estados Unidos se encuentran desplegados en la región del Caribe, de los cuales unos 10.000 serían tropas terrestres y aproximadamente 6.000 marines y personal naval.
Estados Unidos asegura que todo este despliegue tiene como objetivo la lucha contra el narcotráfico. Desde el 1 de setiembre, al menos 16 supuestas narcolanchas han sido destruidas y unas 64 personas que iban en ellas han muerto.
Washington señala a Maduro de liderar el llamano Cártel de los Soles, que estaría integrado por miembros de la cúpula militar y política del régimen chavista.