Los olvidos son parte de la vida cotidiana de toda persona, pero cuando se habla de pérdida de memoria se hace referencia a varias escalas y diversas condiciones, que incluyen desde pequeños lapsus diarios hasta enfermedades como la amnesia o el Alzheimer. En condiciones no diagnosticadas y siempre hablando de pérdidas leves que advienen con el tiempo, existen hábitos para prevenirlos. Repasemos algunos.
En un mundo donde el ritmo acelerado de la vida y el envejecimiento natural pueden afectar nuestra capacidad cognitiva, mantener una buena memoria se convirtió en prioridad. Si bien es normal experimentar pequeños olvidos con el paso de los años, la ciencia nos demuestra que hay costumbres y hábitos diarios que pueden ayudar a preservar y mejorar la función cerebral.
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La Clínica Mayo de Estados Unidos, explica que “la pérdida normal de la memoria relacionada con la edad no genera trastornos importantes en la vida diaria”. Las personas mayores suelen preocuparse por los olvidos pero, como se dijo, no siempre significan que sufra algo grave. Esta institución dio siete consejos para mejorar la memoria.
Mantenete mentalmente activo
Así como los músculos y los huesos, el cerebro necesita ejercitarse para mantenerse en forma, por lo que realizar actividades como resolver crucigramas, jugar al ajedrez o aprender un nuevo idioma o un instrumento, por citar algunos ejemplo, estimulan la conexión entre neuronas y fortalecen la memoria. Leer con regularidad y debatir temas de interés también contribuye a tal fin.
Hacé actividad física con regularidad
El ejercicio no solo beneficia al corazón y los músculos, sino también al cerebro. La actividad física mejora la circulación sanguínea y promueve la oxigenación del cerebro, lo que favorece el crecimiento de nuevas células cerebrales. Caminar, correr, nadar o practicar yoga pueden ser opciones excelentes para estimular la función cognitiva. “Para la mayoría de los adultos sanos, el Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos) recomienda al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada”, detallan.
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Alimentarse de manera saludable
Una dieta equilibrada es clave para el buen funcionamiento del cerebro. Se recomienda consumir alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como pescados, frutos secos y semillas. También frutas, verduras, porotos, cereales integrales, etc. No es recomendable el alcohol para la memoria. Consultá a un profesional de la nutrición para ver qué es lo conveniente.
Descansar bien
Dormir lo suficiente es clave, ya que el sueño cumple un papel fundamental en la consolidación de la memoria. “No dormir lo suficiente se ha relacionado con la pérdida de memoria, al igual que el sueño intranquilo y las alteraciones frecuentes del sueño”, asegura la Clínica Mayo.
Mantené una vida social activa
Pasar tiempo con otras personas y mantener la interacción social ayuda a prevenir la depresión y el estrés, factores que pueden contribuir a la pérdida de memoria. Relacionarse estimula el cerebro y previene el deterioro cognitivo. Si vivís solo/a, buscá la oportunidades para reunirte con tus seres queridos.
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Controlá tu salud cardiovascular y problemas crónicos
Consultá a tu médico de manera regular para que te de consejos de cómo está tu salud en general. El cerebro depende de un sistema circulatorio saludable. La hipertensión, la diabetes y el colesterol alto pueden afectar la irrigación sanguínea y dañar las neuronas. Cuanto más te cuides, mejor será tu memoria.
Reducí el estrés, la ansiedad y organizate
El estrés crónico afecta negativamente la memoria y el aprendizaje. Podés intentar practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el mindfulness. “Es más probable que te olvides de las cosas si tu casa o tus anotaciones están desordenadas. Anota las tareas, las citas médicas y otros eventos en un cuaderno, un calendario o una agenda electrónica”, recomiendan desde la Clínica.