El calor muy intenso resulta incómodo y suele provocar fatiga y malestar. Pero, además, puede influir en la salud con cuadros de deshidratación, hipertermia o incluso afectar la presión arterial.
Más allá de los clásicos consejos saludables de consumir mucho líquido durante el verano y evitar el exceso de exposición al sol, también es clave para el bienestar físico mantener la casa con una temperatura confortable.
En ese sentido, un ventilador o un aire acondicionado resultan casi imprescindibles. Si el calor es moderado, el ventilador será suficiente para remover el aire y generar una sensación de frescura. Pero si las temperaturas son muy altas, el aire acondicionado es definitivamente la opción más efectiva y placentera para enfriar los ambientes.
Usar uno u otro aparato dependerá de la intensidad del calor y de las necesidades de cada persona. Pero también es clave considerar el consumo de energía. Descubre qué aparato gasta más y porqué.
Está claro que tanto el ventilador como el aire acondicionado repercuten directamente en el consumo de electricidad, lo que se refleja en las variaciones de las facturas del servicio eléctrico. La elección, entonces, debe considerar tanto el confort como el impacto que tendrá uno u otro dispositivo en el presupuesto familiar.
Según información del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), un ventilador de pie gasta 90Wh por hora, mientras que un aire acondicionado puede llegar a consumir 2.153 (de 4.500 frigorías), es decir, unas de 20 veces más de gasto de energía. Esto se debe a que el aire acondicionado realiza un proceso más complejo: además de mover el aire, enfría el espacio mientras extrae el calor del ambiente, explica el portal Calor y Frio.
Pero a la hora de elegir un ventilador o un aire acondicionado, también hay que tener en cuenta otras variables que describe el sitio Un Como y que repercuten en la factura de electricidad: