Tegucigalpa, Honduras.
Donald Trump arrancó su mandato con un golpe directo a la cooperación internacional: una orden ejecutiva que suspende y pone bajo revisión, durante 90 días, los programas de ayuda exterior de Estados Unidos.
El documento firmado por Trump instruye a todas las agencias responsables de la asistencia al desarrollo a detener de inmediato nuevos desembolsos mientras se evalúa la efectividad de estos programas y su alineación con los intereses de la política exterior estadounidense.
“Las nuevas obligaciones y desembolsos de fondos de asistencia para el desarrollo exterior pueden reanudarse para un programa antes de que finalice el período de 90 días, si se lleva a cabo una revisión y el secretario de Estado o su designado, en consulta con el director de la OMB, decide continuar el programa en la misma forma o en una forma modificada”, detalla la orden.
Este enfoque recuerda la postura que Trump adoptó durante su primer mandato, cuando buscó recortar drásticamente la financiación de organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y priorizó la reducción de la asistencia exterior, según expertos.
El impacto de esta política podría ser considerable para Honduras, que en los últimos años ha recibido importantes fondos destinados a proyectos de gobernanza, educación, salud y agricultura.
”La medida de Estados Unidos puede ser presión para resolver el tema migratorio (deportaciones masivas anunciadas por el magnate), pero también es un mensaje de ver quiénes son los aliados estratégicos, y Honduras no está alineado a las prioridades americanas. En este pulso quien puede perder más es Honduras”, opinó el analista internacional, Roberto Lagos.
Sin embargo, el vicecanciller Antonio García declaró a LA PRENSA Premium que “esta decisión obliga a Honduras a buscar nuevos aliados en el ámbito internacional, lo que permitirá mayor amplitud, independencia y libertad en nuestras relaciones exteriores”.
García destacó que el país ya ha establecido vínculos con China y Rusia, además de estar fortaleciendo su relación con la India, siguiendo la directriz de la presidenta de impulsar el multilateralismo. “Debemos redoblar más los esfuerzos, si se cierra una puerta, se abren otras, pero esperamos que las cooperaciones con Estados Unidos sigan y lleguemos a puntos de encuentro”, señaló.
“ “La falta de estrategia del gobierno revela una debilidad estructural en la diplomacia hondureña” “
Óscar Estrada, abogado y analista político
Ayuda económica
LA PRENSA Premium analizó los datos de la página oficial de Foreign Assistance (Asistencia Exterior) de Estados Unidos, donde se constató que la ayuda financiera destinada a Honduras experimentó variaciones significativas durante las administraciones de Donald Trump (2017-2021) y Joe Biden (2021-2025), plasmando los enfoques y prioridades particulares de cada gobierno en relación con el país.
En el año fiscal 2024 (de octubre de 2023 a septiembre de 2024), Honduras recibió un total de 183.9 millones de dólares, ubicándose en el cuarto lugar regional entre 35 países beneficiados, mientras que Colombia ocupó el primer lugar con 440 millones de dólares.
Del total recibido, $170.2 millones fueron canalizados a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), mientras que el resto se distribuyó entre el Ministerio de Agricultura ($5 millones), el Ministerio de Asuntos Exteriores ($6.2 millones) y la Comisión Federal de Comercio ($3,503 dólares).
La distribución de los fondos por áreas demuestra las prioridades estratégicas del apoyo estadounidense, pues $60 millones se destinaron a gobernanza, $24 millones a ayuda humanitaria, $14 millones a educación, 14 millones a agricultura, $9.2 millones a crecimiento económico, $3.4 millones a salud y $9.2 millones a costos administrativos.
Entre los proyectos destacados financiados por esta asistencia se encuentran Justicia Efectiva, Gobernanza Local en Honduras, programas de empleo juvenil, educación, resiliencia climática y fortalecimiento de los derechos humanos y la seguridad.
En 2023, Honduras recibió $210.4 millones, lo que representó un aumento respecto a los $180.5 millones de 2022 y los $157.5 millones de 2021, primer año de la administración Biden.
Por otro lado, durante el gobierno de Trump, la asistencia mostró una tendencia irregular, ya que en 2017, Honduras recibió $150.3 millones, cifra que aumentó ligeramente a $158.9 millones en 2018, pero disminuyó a 146.1 millones en 2019.
En 2020, el último año de Trump y en medio de la pandemia de covid-19, la ayuda cayó drásticamente a $84.3 millones, ubicando al país en el séptimo lugar de ayuda regional.
La diferencia entre los $84.3 millones de dólares recibidos en 2020 (durante el gobierno de Trump) y los $210.4 millones de 2023 (durante el gobierno de Biden) es de 126.1 millones de dólares, lo que representa una caída del 60.01% de fondos para Honduras durante el mandato del magnate, situación que podría replicarse en este nuevo gobierno.
Dependencia
Martín Barahona, experto en política internacional, señaló que esta decisión de congelar la cooperación internacional es “bastante peligrosa”, especialmente para países como Honduras, que dependen de dicha ayuda en sectores clave, “aunque no resuelva los problemas estructurales del país”.
Según Barahona, la reducción de la cooperación internacional en términos de política internacional realista “es contraproducente para lo que es la disputa de hegemonía”.
La falta de apoyo por parte de Estados Unidos podría facilitar la entrada de otros actores internacionales, como China o Rusia, que podrían suplir la ayuda económica que tradicionalmente proporcionaba Estados Unidos.
”Cuando el gobierno de Estados Unidos suspende, congela o disminuye la cooperación, está tirando a los brazos de otro amigo”, agregó Barahona, refiriéndose a los posibles aliados de los países afectados.
A través de esta medida, sostuvo, Estados Unidos podría estar cediendo espacios a potencias rivales, lo que incrementaría la crisis interna en países como Honduras y abriría la puerta a la influencia de competidores globales.
Por su parte, Roberto Lagos, experto en relaciones internacionales, complementó esta visión al hablar de la dependencia económica de Honduras hacia Estados Unidos.
Según Lagos, esta dependencia hace que cualquier intento de diversificar relaciones internacionales, como lo anunció el vicecanciller, quede limitado. “Honduras puede abrir relaciones con un país, pero el retorno de otro país no se va a comparar a lo que va a recibir de Estados Unidos”, explicó Lagos.
A su juicio, el apoyo económico de otros países no podrá compensar las pérdidas económicas que dejaría, por ejemplo, una imposición de impuestos a las remesas o la reducción de otros tipos de cooperación determinadas por Estados Unidos.
Migración
Óscar Estrada, abogado y analista político, mencionó que la suspensión de los fondos es una medida económica abrupta y una herramienta de presión política para países como Honduras, pues Estados Unidos, históricamente, ha condicionado su ayuda a los países del Triángulo Norte para frenar la migración irregular.
“La pausa en la ayuda tiene claros matices estratégicos que responden a los intereses internos de Estados Unidos”, afirmó Estrada, quien considera que la administración de Trump busca forzar a los gobiernos de la región a adoptar políticas más estrictas en términos de seguridad fronteriza y cooperación para contener los flujos migratorios.
El analista también criticó la falta de una respuesta inmediata y efectiva del gobierno hondureño ante esta situación. “Honduras enfrenta el reto de articular una respuesta clara que combine diplomacia, fortalecimiento interno y exploración de nuevas alianzas internacionales”, puntualizó Estrada.
En tanto, Juan Flores, líder migrante hondureño y presidente de la Fundación 15 de Septiembre, también se mostró crítico sobre la gestión del gobierno de Xiomara Castro en relación con la migración.
Según Flores, las medidas tomadas por Trump responden a una retórica política que ha caracterizado su administración. “El presidente Donald Trump tiene todo en sus manos para revertir el sistema migratorio que está colapsado, pero lo que más preocupa es la falta de respuesta de nuestro gobierno”, afirmó.
Flores señaló que la presidenta Castro abandonó a la diáspora hondureña, al firmar un convenio con China que, según él, ha dejado a los migrantes en una situación de vulnerabilidad.
Criticó la falta de planificación del gobierno en cuanto a la atención a los migrantes hondureños, afirmando que los consulados están en completo abandono y que no existe un plan estratégico para enfrentar las dificultades que atraviesan los migrantes.
“El gobierno de Honduras es un gobierno anti-inmigrante, nunca tuvo un plan, nunca tuvo una estrategia”, subrayó el líder migrante, quien también denuncia las condiciones precarias y la violencia que enfrentan los hondureños en México.
Además de la reducción en la ayuda económica a países de Centroamérica, otras de las medidas de Trump es el plan de deportación masiva de migrantes indocumentados, la designación de cárteles de drogas como organizaciones terroristas, la restauración de la política “Quédate en México”, negar la ciudadanía a hijos de indocumentados, entre otras.
El gobierno también suspendió el programa CBP One, una aplicación móvil que facilitaba a los migrantes la programación de citas para solicitar asilo en los puertos de entrada a la frontera con México. Esta medida dejó a aproximadamente 270 mil migrantes varados en diversas ciudades fronterizas.
En el primer día de su mandato como el 47 presidente de Estados Unidos, Trump firmó una orden ejecutiva mediante la cual el país se retiraba del Acuerdo Climático de París. Posteriormente, en la Casa Blanca, firmó una directiva para abandonar la Organización Mundial de la Salud.
En las últimas horas, fuentes cercanas confirmaron a este medio que hubo un despido masivo de personal de USAID, una medida que, podría estar vinculada a la reciente orden ejecutiva emitida por el presidente Trump.