Estrenada en los años 2008, 2012 y 2015, la trilogía “Búsqueda implacable” ha marcado a su protagonista, el actor irlandés Liam Neeson, como uno de los héroes favoritos de acción para millones de seguidores del cine en todo el planeta. Su argumento era, a priori, bastante simple, pero la forma en que este se ejecutaba, el nivel de convencimiento que irradiaba su protagonista, y todo el equipo detrás (directores como Pierre Morel o guionistas de la talla de Luc Besson), hicieron de estas tres películas las favoritas de un género que no escatima en apuestas año a año.
Fue tanto el impacto de “Búsqueda implacable” que, casi 20 años después del estreno de aquella primera parte –para los entendidos, la mejor– muchos de los fanáticos de Neeson siguen viendo al agente Brian Mills (como se llama su personaje en la trilogía) en varias de sus películas posteriores. Aunque ya con otros directores, equipos técnicos y tramas, no resultaba raro ver al irlandés interpretando a un agente de seguridad, activo o en retiro, y a la vez padre de familia que no pudo darle el tiempo debido a su esposa e hijos. Esto deviene en un Liam muy cercano a la imagen de un hombre que, al borde de la tercera edad, luce siempre atormentado por su pasado.
Que haya servido delinear un personaje así en sucesivas cintas es algo que cada seguidor juzgará, sin embargo, hay ejemplos no auspiciosos que resultan incuestionables. Uno de ellos bien podría ser “Luz negra”, la película dirigida por Mark Williams en 2022 y que acaba de ‘resurgir’ vía Netflix.
“Blacklight”, por su nombre original en inglés toma varios elementos de la ya citada “Búsqueda implacable”. A ratos, no estaría mal reemplazar (imaginariamente) algunos de sus personajes por los de la saga escrita por Luc Besson. En primera línea, por supuesto, está Liam Neeson interpretando esta vez a Travis Block, un avejentado agente del FBI. Su trabajo, sin embargo, no es ir a arrasar con los bandidos. Esta vez tiene la función de “salvador de almas” de sus compañeros perdidos. Es decir, una especie de pastor de ‘ovejas negras’ a los que debe encontrar, recuperar y encarrilar en la granja, que a todas luces es la oficina central de un nada misterioso FBI.
Como jefe del FBI aparece otro trajinado actor del último tiempo: Aidan Quinn en el papel de Gabriel Robinson. La trama lo presenta no solo como jefe de Travis, sino como su amigo de décadas. Aunque sin sus mismas habilidades, Robinson supo tomar el puesto y conservarlo a lo largo de sucesivos gobiernos, lo cual denota ciertamente su poder de adaptabilidad, pero, sobre todo, su adicción al poder “sin importar lo que este cueste”.
“Luz negra” tiene como principal característica el intento permanente por mezclar temáticas, manteniendo a Travis siempre al medio de todo. La cinta inicia con un atentado contra Sofía Flores (Mel Jarnson), una especie de nueva líder juvenil que intenta acabar con el stablishment a bordo de un Uber. Es precisamente tras terminar un viaje en uno de estos servicios de taxi –inexplicable detalle ver a alguien que aspira a gobernar Estados Unidos se desplace sola, en taxi, y desprotegida—que la matan y aquí es cuando la madeja del hilo comienza a estirarse hasta el final.
Pero la película de Mark Williams, como ya adelantamos, se abre por tantos temas que resulta complejo interesarse por ellos al unísono. Detrás del crimen de Flores hay una ‘oveja negra’ del FBI involucrado (Dusty Crane/Taylor John Smith). También hay una periodista, su jefe Y sus compañeras. Y en el fondo también está Travis Block, quien –con reflejos evidentemente lentos—recibe la tarea de tapar cualquier posibilidad de que el caso altere al Gobierno. A todo esto, habría que sumarle, y aquí viene el ‘homenaje’ chirriante a “Búsqueda implacable” la vida personal de nuestro protagonista.
En la saga estrenada en 2008, 2012 y 2015, Brian Mills era un padre separado de Lenore (Famke Janssen) y tenía una hija en edad universitaria de nombre Kim (Maggie Grace). Más allá de que claramente el protagonista aceptaba haber quebrado su hogar por priorizar su trabajo por sobre esposa e hija, esta última jamás cultivó un resentimiento mayor hacia su padre. En esa línea, “Búsqueda implacable” era, además de una saga de acción, el bosquejo de un férreo vínculo entre padre e hija en circunstancias de alto peligro (la segunda sería secuestrada y el primero tuvo que rescatarla usando un conjunto de particulares habilidades que lo hicieron un temor para los malos).
“Luz negra” también habla de un matrimonio roto. Aunque no aparece una esposa, sí aparece Amanda Block (hija de Travis), que bien podríamos imaginar como a una Kim con 15 años más. En la última entrega de “Búsqueda implacable” Kim ya estaba embarazada y ahora Amanda tiene una hija –la nieta del protagonista—de nombre Natalie (Gabriella Sengos), la cual se convierte en el ser humano predilecto de nuestro héroe de acción. Este recurso (ya visto en otras películas de Neeson, pero con particularidades propias) deviene en un conflicto permanente entre Amanda y Travis: ella ha detectado que su pequeña hija viene desarrollando cierta obsesión por la seguridad que no corresponde a un infante. Revisa que las puertas y ventanas de casa estén bien cerradas (cada par de horas), pero, sobre todo, dibuja a su familia siempre con una persona detrás que los ‘sigue’.
La obsesión por la seguridad que Travis irradia ante sus seres queridos es algo que también flotaba en la “Búsqueda implacable” de Brian Mills. En los inicios de la trilogía, la madre de Kim se quejaba ante Brian porque este “rastreaba” a los pretendientes de su hija y revisaba sus antecedentes. Detalles como estos llegaron a una cúspide cuando el ya retirado agente no quiso darle permiso a Kim para que viaje a París con su amiga Amanda. Luego todos sabemos lo que pasó: el olfato de Mills acertó, pues ambas post adolescentes fueron raptadas por una banda que traficaba mujeres a millonarios y mafiosos alrededor del mundo.
Volviendo a la película que acaba de ‘rescatar’ Netflix, este particular escenario familiar del abuelo que intenta acercarse a su nieta mientras la madre se resiste porque “le está generando una obsesión” con la seguridad es, entonces, solo una de las varias líneas argumentales que se cruzan en “Luz negra”. Y aunque ninguna parece tomar el vuelo esperado, resulta poco atrayente descubrir cuál será el motivo que termina por interceptarlas.
Podríamos enumerar en una larga nota escrita todas las películas que Liam Neeson ha interpretado y que tienen vasos comunicantes con las tres partes de “Búsqueda implacable”, para bien o para mal. “Un día para sobrevivir”, “Sin escalas”, “Un paseo por las tumbas”, “El informante”, “Venganza”, “Venganza implacable”, “El protector”, “Riesgo bajo cero”, “Asesino sin memoria”, “Contrarreloj”, e inclusive esto también se daría en su próximo estreno: “Absolución” (“Implacable”), al menos por lo que ha dejado ver su tráiler, que no escatima en soltar ciertas pistas.
En 16 años, hemos visto al actor irlandés evolucionar interpretativamente, pero también envejecer. En 2008 tampoco era muy joven que digamos, pero sus escenas de acción eran a todas luces convincentes, los dobles de acción pasaban a un segundo plano ante lo que nos ofrecía la pantalla grande. Como en muchas de las cintas mencionadas en el párrafo anterior, “Luz negra” ofrece también la historia de un hombre atormentado por su pasado. En algún momento su propia nieta le pregunta: “¿Eres de los buenos o de los malos?”. La interrogante encaja en algo: al menos en el perfil del protagonista, la cinta ha acertado. El problema está en la serie de elementos que rodea este aspecto, ninguno fuera de lo común, desde los hechos visibles hasta los que se deben asumir, pasando por personajes incompletos como Robinson o la propia Amanda. En fin, la cinta de Mark Williams resulta un homenaje mediocre para quizás el recuerdo más emocionante que nos ha dejado hasta hoy el septuagenario actor irlandés.
LUZ NEGRA/NETFLIX
Sinopsis: Travis Block es un agente del gobierno que acepta su oscuro pasado. Cuando descubre un complot dirigido a ciudadanos estadounidenses, Block se encuentra en la mira del director del FBI que una vez ayudó a proteger.
Elenco: Liam Neeson, Aidan Quinn, Taylor John Smith, Claire Van der Boom, Gabriella Sengos
Calificación: 2 de 5 estrellas