Robert Fico calificó como un capricho político la decisión de Vladimir Zelenski de suspender el tránsito de gas por territorio ucraniano.
Luego de las negociaciones con el comisario europeo de Energía, el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, afirmó que su país puede detener toda la ayuda humanitaria a Ucrania, incluida la que recién aprobó el Gobierno, si Kiev no resuelve los problemas relacionados con el transporte de gas.
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En rueda de prensa, el jefe gubernamental también se refirió a la posibilidad de suspender el suministro de energía a Ucrania en situaciones de emergencia, así como a la reducción de apoyo a los ciudadanos de esa nación que se encuentran actualmente en territorio eslovaco.
Por otra parte, Fico amenazó con utilizar su derecho de veto en la Unión Europea en asuntos relacionados con el Estado que gobierna Vladímir Zelenski, en tanto recordó la necesidad del “enfoque unánime” para aprobar algunas decisiones en el bloque comunitario.
Sobre la decisión de Vladimir Zelenski, Robert Fico, calificó como un “capricho político” la suspensión del tránsito de gas por territorio ucraniano. De acuerdo con el primer ministro, Zelenski discursea de que el paro del trasiego de gas por Ucrania debe provocar un terremoto en el escenario político eslovaco, los comicios parlamentarios anticipados y la caída del Gobierno.
“Lo hace porque, por lo visto, ha chocado en Eslovaquia con una generación política que puede decirle un No, mientras que hasta ahora él solo ha oído siempre un sí”, apuntó el premier luego de cerrar las negociones sostenidas con la Comisión Europea de Energía, en Bruselas.
Esta situación puede generarle a Eslovaquia una pérdida estimada en unos 500 millones de euros anuales y el país puede gastar unos 1.000 millones de euros, debido a los precios del gas. En tanto, a la Unión Europea le costaría cerca de 70.000 millones de euros, tal como lo detalló Fico.
El pasado 1 de enero, la compañía rusa Gazprom anunció que está privada de la posibilidad técnica y jurídica de trasegar gas vía Ucrania por la negativa de Kiev de prorrogar el acuerdo firmado entre la entidad y su homóloga ucraniana Naftogaz del 30 de diciembre de 2019.
