La Secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, ha tratado de apagar el fuego que devora a hoteles y agencias de viajes desde hace semanas por la puesta en marcha del nuevo registro de Interior, que les obliga desde el 2 de diciembre a recabar y guardar al menos durante tres años hasta 42 datos de cada viajero. Entre estos figuran el parentesco con los menores, el medio de pago del viaje o la duración de la estancia. “Se ha generado mucha confusión. Aunque el anexo del real decreto es muy exhaustivo, la orden ministerial aclarará en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a lo largo de esta semana que solo se van a pedir 13 datos, cuando antes solo se pedían 11 datos. Los dos nuevos serán la relación del parentesco en caso que se viaje un menor y un teléfono o un correo electrónico de contacto”, ha explicado Sánchez durante la inauguración de una jornada empresarial organizada este martes por CEOE, la Mesa del Turismo y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
En su discurso, la secretaria de Estado de Turismo ha defendido el decreto ley y la orden ministerial que lo regula para actualizar la norma “a la nueva realidad digital” y para incorporar a agentes, fundamentalmente viviendas de uso turístico, que hasta este momento no daban datos sobre sus actividades de hospedaje. “El compromiso del Ejecutivo es no incrementar la carga burocrática de las actividades de hospedaje y de la venta de viajes”, ha recalcado durante su intervención, en la que destacó las tres prórrogas a la norma “para que el sector se incorporará de forma paulatina”, el diálogo permanente con las empresas, “que nos han manifestado en reiteradas ocasiones las dificultades para recoger ciertos datos en su operativa diaria” y el objetivo de garantizar de seguir garantizando la seguridad en el segundo destino turístico más importante del mundo.
Junto a Sánchez estaban, con cara de cierta desconfianza ante sus palabras, Juan Cierco, presidente del Consejo de Turismo de CEOE, y Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, quién ejerció de portavoz de los empresarios reunidos en la sede de la patronal empresarial, con representantes de los cruceros, las aerolíneas, los hoteles o las agencias de viajes entre los asistentes. “Ningún país en el mundo pide los datos que exige el Ministerio del Interior”, ha dicho visiblemente enfadado Molas, que ha criticado que no haya habido ningún espíritu de diálogo desde el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska con los afectados.
“Antes de sacar la orden ministerial tenía que haber existido una reunión con los representantes del sector turístico, especialmente hoteles y agencias de viajes, porque es unánime el rechazo: están todos los sectores en contra”, ha asegurado Molas. Frente al argumento de la seguridad justificado por Interior para poner en marcha la nueva norma (ha permitido activar más de 18.000 órdenes de busca y captura sobre delincuentes), el presidente de la Mesa del Turismo ha contrapuesto la aportación de los hoteles en la lucha contra la delincuencia. “Los hoteles ya aportamos los datos del DNI y del pasaporte a la Policía”, ha argumentado.