Esquerra Republicana (ERC) ha reunido este lunes a su nueva cúpula para abordar el cumplimiento de varias de las promesas que el tándem Oriol Junqueras – Elisenda Alamany hicieron durante la carrera por el liderazgo de la formación. Además de retocar las responsabilidades de la bancada en el Parlament, los de Junqueras han activado los mecanismos con que quieren hacer su investigación propia sobre el escándalo de los carteles difamatorios contra los hermanos Maragall. Se ha nombrado a un nuevo responsable de cumplimiento -Lluís Mombiela- y ha presentado a los encargados de la comisión de la verdad. En la lista, sin embargo, no figura el exconsejero Carles Mundó, un nombre que el propio exvicepresident había anunciado a bombo y platillo hace dos semanas. El extitular de Justicia ha argumentado incompatibilidades con su labor en la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat para poder estar en ese comité pero si figura como uno de los redactores de la ponencia estatutaria.
La responsabilidad sobre la elaboración del ataque de falsa bandera, donde se hacía burla de la enfermedad del expresident Maragall y la edad de su hermano Ernest -candidato de ERC al Ayuntamiento de Barcelona- fue una de las armas arrojadizas de la campaña para elegir a la nueva cúpula. Mientras que los críticos de Junqueras y afines a su exnúmero dos, Marta Rovira, abogaban por dejar que los mecanismos internos del partido finalizaran los expedientes sancionadores pendientes, Junqueras propuso crear un órgano externo, llamado comisión de la verdad, para aclarar todos los hechos, pudiendo incluso llevar sus pesquisas fuera del ámbito del partido. El exvicepresident propuso a las otras listas a que se sumaran a su idea y propuso al exdiputado en Madrid, Joan Tardà, y al exconsejero Carles Mundó como dos de los miembros. La lista la cerraba la abogada Marta Bolinches.
Alamany, sin embargo, ha explicado este lunes que Mundó no formará parte de esa comisión, argumentando que él mismo había alertado ahora que tendría un conflicto al ser miembro de la Comisión Jurídico Asesora de la Generalitat. En el régimen de incompatibilidades de ese organismo aparece el “cumplimiento de funciones directivas en partidos políticos”. Mundó, que se sentó en el banquillo de los acusados en el juicio al procés en el Tribunal Supremo, sí que formará parte del grupo que redactará la ponencia estatutaria de la formación y que se votará en la segunda fase del congreso de los republicanos, el 15 y 16 de marzo.
Será en ese cierre del cónclave donde la nueva dirección que encabezan Junqueras y Alamany -también líder del grupo municipal en Barcelona- se juega una gran parte de su relato público de reconstrucción del partido, recosiendo las diferentes sensibilidades que quedaron retratadas en la votación de la nueva cúpula. De momento, la dirección ha hecho movimientos de talante conciliador pero que no terminan de cristalizar. La semana pasada, se destituyó a quien había sido el responsable de Cumplimiento, Xavier Mombiela, argumentando una falta de confianza y dudas sobre cómo se había llevado la investigación interna sobre los carteles. En la reunión de este lunes se ha nombrado a su reemplazo, Lluís Mombiela, que sin embargo tendrá que esperar hasta el congreso para tener nuevas herramientas de control interno.
La portavoz también ha reconfirmado el relevo de Marta Vilalta como portavoz en el Parlament, una posición que ahora ocupará Ester Capella. El cambio, ha justificado Alamany, busca “darle Impulso a la representación parlamentaria”, eso si, combinando con los responsables de la anterior etapa. El actual presidente de la bancada, Josep Maria Jove, aún no ha respondido al ofrecimiento de continuar en el cargo. La nueva dirección, además, ha asegurado que le ha ofrecido a las otras dos candidaturas que perdieron que propongan nombres también para los grupos que harán el borrados de las ponencias organizativa y política. El portavoz en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufian, ha salido reforzado.