Kamala Harris afirmó este lunes que Donald Trump es “cada vez más inestable y desquiciado” y si gana las elecciones “sería un gran riesgo para Estados Unidos” porque para él el “enemigo interno” son los “periodistas”, los “funcionarios electorales” y los “jueces”.
La vicepresidenta y candidata demócrata a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre dio un mitin en la localidad de Erie, en el estado clave de Pensilvania, en el que atacó de frente a su rival, con el que está empatada en las encuestas.
“Hay mucho en juego en estas elecciones, y tenemos que recordar que no estamos en 2016 ni en 2020, lo que está en juego es aún más importante”, afirmó a un público exaltado.
Hace unos meses, recordó, la Corte Suprema dictaminó que Trump “sería esencialmente inmune a todo lo que haga mientras esté en el cargo”, así que imagínenselo sin límites, les dijo.
“Él, que ha jurado, que si es reelegido, será un dictador desde el primer día, que utilizará al Departamento de Justicia como arma contra sus enemigos políticos, él, que ha pedido el fin de la Constitución”, advirtió.
Pensilvania es uno de los siete estados bisagra o pendulares, que no se inclinan claramente por ningún partido y decidirán probablemente quién será presidente. De modo que ambos candidatos intentan movilizar el voto de los indecisos.
“Escuchen sus palabras, nos dice quién es y nos dice qué haría si fuera elegido presidente”, recalcó Harris antes de que se oyera a Trump en un video diciendo que “los peores son los enemigos internos”, que es “gente enferma, lunáticos de izquierda radical”, bastante “más peligrosos que Rusia y China”.
El magnate repite desde hace unos días que “si fuera necesario” la “guardia nacional” o “los militares” deberían encargarse del “enemigo interno”.
“Está hablando de que considera (enemigo) a cualquiera que no lo apoye, o que no se doblegue a su voluntad” y que “usaría a los militares para perseguirlos”, afirmó la vicepresidenta de 59 años.
“Sabemos a quién apuntaría porque los ha atacado antes, periodistas cuyas historias no le gustan, funcionarios electorales que se niegan a hacer trampa (…) encontrando votos adicionales para él, jueces que insisten en cumplir la ley en lugar de doblegarse a su voluntad”, afirmó.
– “Un poder sin control”
“Esta es una de las razones por las que creo tan firmemente que un segundo mandato de Trump sería un gran riesgo para Estados Unidos y peligroso”, subrayó en uno de sus discursos más duros.
Según ella, su rival “es cada vez más inestable y desquiciado, y está en busca de un poder sin control”.
La exfiscal de California también tuvo palabras para el electorado negro, cuando va a la zaga en las encuestas en esta categoría de votantes, en comparación con sus predecesores demócratas en la carrera hacia la Casa Blanca.
Les propuso ayudas para crear pequeñas empresas o comercios, con préstamos a bajo interés, y para facilitar su acceso a la educación y formación.
Trump “dará a los multimillonarios y a las corporaciones recortes de impuestos masivos, como lo ha hecho antes, recortará la Seguridad Social y Medicare”, un programa de seguro de salud para personas de 65 años o más, les alertó.
– “Lunáticos de izquierda” –
Entre tanto, Trump participó en un acto de campaña en la localidad de Oaks, a las afueras de Filadelfia, la ciudad más grande de Pensilvania, un estado que ofrece 19 votos electorales de los 270 necesarios para ganar las elecciones.
El millonario, que se niega a hacer público un informe médico detallado y ha declinado participar en un segundo debate televisado con su rival, estimó que “Harris no está hecha para este trabajo”.
Atacó de nuevo la migración irregular, en su opinión el problema más importante del país, por encima de la economía.
“Es increíble estos lunáticos de izquierda radical. Quieren que todo el mundo entre en nuestro país, mucha de esa gente son criminales, y luego también quieren quitarte las armas simultáneamente” cuando “las necesitas para protegerte”, afirmó demonizando de nuevo a los migrantes, cuando las estadísticas oficiales demuestran que la delincuencia disminuye.
Reiteró además que invocará la ley de enemigos extranjeros promulgada en 1798 para expulsar a los migrantes que se encuentren en situación irregular.
El magnate tuvo que interrumpir dos veces el acto por emergencias médicas, y aprovechó para pedir que difundieran el “Ave María”. Terminó con música.