El gobierno de Colombia, liderado por Gustavo Petro, bloqueó la entrada de aviones militares estadounidenses que transportaban migrantes deportados, exigiendo un trato digno hacia las personas afectadas.
Petro hizo pública esta decisión el domingo 26 de enero de 2025enfatizando que solo aceptará deportaciones en vuelos civiles y bajo condiciones que respeten los derechos humanos.
“Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece”, afirmó el mandatario a través de la red social X.
Regularización en Colombia
Petro también instó a más de 15,000 estadounidenses que viven en Colombia de manera irregular a regularizar su situación migratoria, recordándoles la importancia de cumplir con las normativas locales.
Denuncias desde Brasil
La medida colombiana se alinea con la postura de Brasil, que denunció el trato inhumano recibido por 88 migrantes deportados por Estados Unidos. Los afectados relataron haber viajado esposados de pies y manos, sin acceso a agua ni baños, en condiciones que fueron calificadas como denigrantes.
Tensión diplomática
Esta decisión representa el primer roce entre Petro y Trump, conocido por su política de mano dura contra la migración irregular. Desde su llegada al poder, Trump ha intensificado las deportaciones y las redadas, generando preocupación en América Latina.
Colombia, como aliado estratégico de Estados Unidos, enfrenta ahora el desafío de mantener una relación equilibrada con su principal socio comercial, mientras defiende los derechos de los migrantes en la región.