La última vez que Nancy Candela habló vía celular con su hija de 14 años, Mauren Alejandra Ulchur Candela, fue el pasado 16 de octubre, un mes después de su desaparición en el municipio de La Plata, Huila, donde en vez de asistir a clases en su colegio de la zona urbana, la menor optó por salir rumbo a Popayán, Cauca, acompañada de un amigo que se habría encargado de engañarla con ofrecimientos de regalos y dinero para que ingresara a las filas de las disidencias de las Farc.
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El final que tuvo Mauren Alejandra es triste y doloroso, pues su cuerpo sin vida fue hallado en días pasados por las autoridades, junto a otros cuatro jóvenes que habrían sido asesinados en medio de combates que se dieron entre el Eln y hombres del frente ‘Jaime Martínez’ de las disidencias en zona rural de Buenaventura, Valle del Cauca. Lo que se ha establecido es que los cuerpos sin vida fueron sacados de Buenaventura al municipio de Buenos Aires, Cauca, donde las disidencias los sepultaron en una fosa común.
Ella nunca me habló de la guerrilla. No entiendo por qué optó por meterse a eso
El pasado 16 de septiembre, el día en que desapareció la estudiante, su madre, Nancy Candela, recibió vía WhatsApp un mensaje seco y corto que decía: “Mamá, soy Mauren, estoy en la guerrilla”. Nancy, de 34 años, quedó paralizada con el mensaje, pues jamás se imaginó que su hija, quien cursaba octavo grado en el Instituto Técnico Agrícola, de La Plata, terminara haciendo parte de un grupo armado ilegal.
“Ella nunca me habló de la guerrilla. No entiendo por qué optó por meterse a eso. En la casa creemos que algún amigo la contactó y la engañó ofreciéndole dinero y celulares costosos que ella anhelaba tener algún día”, dijo la madre de familia.
Lo cierto es que Mauren Alejandra desapareció cuando su mamá la envió al colegio, pero no entró a clases y lo que se sabe es que la vieron en un carro con otro joven con el que tomaron la vía que conduce a Popayán.
Al medio día, un profesor del Instituto Técnico Agrícola llamó a doña Nancy para comentarle que la menor no estuvo en clases y ella le contestó que había salido de la casa a las 6 de la mañana rumbo a sus estudios: “Eso sí, sin nada de plata o algo para comer en la jornada escolar, pues yo no tenía un peso para darle”.
Como esa noche la estudiante no llegó a dormir, al día siguiente su mamá, muy preocupada, instauró la denuncia de su desaparición en la Fiscalía de La Plata.
Sin embargo, se sorprendió porque recibió una llamada de su hija diciéndole que se encontraba con una amiga en Popayán, donde esperaba trabajar, “pues, estaba aburrida con las necesidades económicas que pasaba en la casa”.
Le notificaron que Mauren había muerto vía WhatsApp
Durante más de un mes, Nancy no volvió a tener noticias de la menor, hasta que el pasado 20 de noviembre una persona extraña le escribió vía WhatsApp para preguntarle si en realidad era la mamá de Mauren Alejandra, a lo que ella, sollozando, le pidió noticias buenas de su hija para ir a buscarla.
“Me escribió que la niña Mauren había muerto en combates entre guerrilleros de dos grupos diferentes, y también me pidió que buscara el cuerpo en una funeraria del municipio de Suárez, Cauca, pero allá todo fue muy duro y difícil, pues encontramos a mi hija con otros cuatro jóvenes muertos, todos eran de la guerrilla”, dijo.
No tuvo fuerzas para reconocer de manera directa el cuerpo que yacía en la morgue y horas más tarde lo hizo por medio de una fotografía. El cuerpo estaba descompuesto y a Nancy le dijeron en Suárez que, probablemente, hombres de las disidencias lo sepultaron días atrás en una fosa común de la zona.
“En Suárez y en La Plata me dicen que mi hija murió en medio de combates entre varios grupos guerrilleros, pero yo de eso no sé nada, pues, ¿qué padre o madre va a pensar que su hija de apenas 14 años participa en combates con armas de fuego?”, señaló.
Con el alma destrozada, Nancy Candela se llevó el cuerpo en un coche fúnebre con rumbo al municipio de La Plata, donde, a las 2 de la tarde del pasado domingo, se cumplieron las exequias en una iglesia y finalmente fue sepultada en el cementerio.
El padre de Mauren Alejandra no ha vivido conmigo, está en otro municipio del Huila, pero él llama y pregunta por la niña; incluso, asistió a la ceremonia religiosa
Nancy señala que su hija era buena estudiante, pero a veces le llamaba la atención su extraño comportamiento, pues “quería tener ropa, celulares costosos y cosas buenas que no podía darle por mi difícil condición económica”.
Nancy Candela, de 34 años, oriunda del Cauca, vive en La Plata junto a su compañero sentimental y ella se define como una ama de casa que ha tenido que luchar para criar a sus seis hijos menores de edad. El mayor apenas cumplió 15 años. Dijo que vive en arriendo y paga 500.000 pesos mensuales.
“El padre de Mauren Alejandra no ha vivido conmigo, está en otro municipio del Huila, pero él llama y pregunta por la niña; incluso, asistió a la ceremonia religiosa y al entierro al cementerio”, dijo la madre.
Disidencias engañan con dinero y celulares
El tema del reclutamiento forzado es considerado un problema grave en Huila, ya que las disidencias suelen engañar a los menores con darles dinero, celulares y hasta motos, para así ingresarlos a las filas de frentes como el ‘Jaime Martínez’, que se los lleva a departamentos como Cauca y Valle.
Las autoridades consideran que unos 17 menores de edad han sido reclutados este año y la zona más afectada es el municipio de La Plata, con al menos siete menores víctimas de ese fenómeno.
Los operativos de la Policía y la Novena Brigada han permitido que varios de esos menores regresen a sus hogares y uno de los casos más llamativos fue el de una joven que había sido reclutada a sus 16 años por grupos de las disidencias.
La joven, que hoy tiene 18 años, contó que en el monte recibió entrenamiento en armas, manejo de explosivos y enfermería para atender heridos en combate. Hoy, su objetivo es acceder a los beneficios que ofrece el gobierno nacional a través de los programas de atención humanitaria al desmovilizado.
Otro menor de 16 años también fue recuperado el mes pasado por la Novena Brigada en La Plata. Durante cuatro meses hizo parte del frente Hernando González Acosta de las disidencias al mando de alias ‘Sebastián’.
Asimismo, fue recuperada una niña de 16 años que estudiaba en un colegio del occidente del Huila y llegó a las disidencias al ser contactada en su celular por un reclutador del frente ‘Jaime Martínez’, quien la engañó ofreciéndole empleo y buenos salarios.
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FABIO ARENAS
IBAGUÉ