Aunque da más de lo que quita, aunque es un jugador descomunal y diferencial, Punter siempre quiere tener la última palabra y no siempre es la buena. Falló ante la Virtus en la pasada jornada y cometió el mismo pecado en esta frente al Estrella Roja, tiros forzados en el último cuarto y una bola perdida en la posesión definitiva que condenó al Barça, de nuevo atropellado en el Palau (74-78) y de nuevo raquítico en Europa, ya que gana tanto como pierde.
Circulación veloz, pase a Metu y salto con un giro de muñeca. Triple, triple y canasta desde media distancia como bienvenida. Metu al cubo. Metu el añorado. Metu de vuelta tras dos meses en la rebotica. Un jugador que, como Neto –también recibió el alta médica–, valida la apuesta de Peñarroya, esa que mezcla el estilo NBA de transiciones hipersónicas con el de la ACB, más académico, pausado e intenso en defensa. Pero con Metu o sin él, el Barça, que perdió siete balones en el primer cuarto (15-19), es un equipo indescifrable y sin grises, capaz de lo mejor y de lo peor.
Pícaro, el Estrella Roja puso cloroformo al juego, defensa fuerte y ataque largo, ritmo plomizo para desdibujar las virtudes rivales. Y cuando parecía salirse con la suya, se subrayó Punter desde la periferia, triples revigorizantes para un Barça que del cataclismo pasó a la esperanza, que cerró el acto por encima (35-34) y, de paso, reactivó a Vesely, que superó los 4.000 puntos en la Euroliga y entró en el selecto grupo de Juan Carlos Navarro (4.152) y Spanoulis (4.455) –retirados–, además de Nando de Colo (4.643), Llull (4.068) y Mike James (4.876).
Pero en el tiovivo azulgrana siempre hay espacio para un giro más. Así que Kalinic, exazulgrana que se fue de mala manera porque desde el club le acusaron de desidia, empezó a mandar sobre el parquet, canastas dañinas e impulso para los de Belgrado salpimentado por el sensacional Nedovic. Nada que silenciara a Metu, que, triple va y bandeja viene, trató de darle la vuelta al calcetín. Pero eso fue cosa de Darío Brizuela, que anotó dos triples seguidos –el segundo sobre la bocina y desde la mitad de la cancha– y arañó a un rival inmune al desaliento, choque de trenes y de estrecheces; 59-56 antes del epílogo.
Movimientos filigraneros bajo el aro de Petrusev, canastas de fino estilista de Parker o a la media vuelta de Hernangómez, dos más uno para Kalinic, alley-oop de Núñez con Anderson, bandejas de Dos Santos… Un tuya-mía, un tira y afloja con intriga, un escenario para que el Barça dijera que la vida con Metu es mejor y que tiene equipo para todo. Pero ni con esas. Punter se la jugó y se equivocó, y el Barça volvió a perecer en Europa.
Mejor le fue al Baskonia, capaz de retorcer al París (94-81), equipo que asombró por su facilidad para tirar –lo que le llevó a la cumbre–, pero que ha perdido fuelle con el paso de la competición. Moneke (29 puntos) y Howard (28) fueron demasiado para el rival. Demasiado buenos.
BARCELONA, 74 – ESTRELLA ROJA, 78
Barcelona: Satoransky (7), Punter (13), Anderson (2), Metu (16) y Vesely (9) –quinteto inicial–; Brizuela (6), Hernangómez (7), Núñez (0), Abrines (5), Parker (6), Neto (0) y Parra (3).
Estrella Roja: Miller-McIntyre (6), Kalinic (12), Bolomboy (8), Daum (11) y Davidovac (7) -quinteto inicial-; Canaan (0), Mitrovic (0), Petrusev (17), Giedraitis (2), Nedovic (6), Dos Santos (9).
Parciales: 15-19; 20-15; 24-22; y 15-22.
Árbitros: E. Mogulkoc, C. Paternico y J. Zamojski (Polonia). Sin eliminaciones.
Palau Blaugrana. 6.596 espectadores.